Además, podría promover la salud ósea y prevenir enfermedades como la osteoporosis
El consumo moderado de cerveza puede reducir el riesgo cardiovascular
Contiene fitoestrógenos, que retrasan los efectos de la menopausia
Según se señala en el estudio «Posible efecto protector del silicio contenido en la cerveza en las enfermedades neurodegenerativas», el consumo moderado de cerveza podría contribuir a prevenir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y óseas y disminuir algún factor de riesgo de enfermedades neurodegenerativas por las propiedades de sus componentes. En la investigación, que ha sido presentada en Salamanca por María José González e Isabel Meseguer, del Departamento de Nutrición, Bromatología y Toxicología de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid), se señala que uno de los factores de riesgo descritos de la enfermedad de Alzheimer y otros desórdenes neurodegenerativos es la presencia de aluminio, un metal que posee efectos oxidativos sobre el cerebro. El consumo moderado de cerveza, como fuente de ácido silícico, es una de las vías de ingesta de silicio en el organismo humano. Por ello, las dos investigadoras analizaron los efectos sobre la biodisponibilidad del aluminio, así como su posible relación en la prevención de la neurotoxicidad de este metal. Según aseguraron, los resultados obtenidos parecen sugerir que el consumo moderado de esta bebida es capaz de reducir la ingesta de aluminio en el tracto gastrointestinal y así disminuir la acumulación de este metal en el organismo, incluido el tejido cerebral. «En consecuencia, el silicio contenido en la cerveza desempeñaría un papel protector frente al efecto neurotóxico del aluminio», aseguraron. María José González e Isabel Meseguer se refirieron al informe realizado por Jonathan Powell, del MRC Human Nutrition Research de Cambridge (Reino Unido) sobre el consumo de cerveza y la salud ósea. Según este estudio, el consumo moderado de cerveza podría promover la salud ósea y prevenir enfermedades como la osteoporosis por su contenido en silicio, mineral participa en la calcificación de los huesos y favorece su desarrollo. Un consumo moderado de cerveza aporta aproximadamente 36 mililitros de silicio por litro. Además, contiene fitoestrógenos que están relacionados con el retraso de los efectos que se presentan en la etapa de la menopausia. Antioxidantes Aprovechando la presentación de esta investigación, el presidente de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación, Jesús Román Martínez, expuso las conclusiones de un estudio dirigido por Victoria Valls, del Departamento de Pediatría, Obstetricia y Ginecología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valencia sobre la biodisponibilidad de los flavonoides de la cerveza. En sus conclusiones se afirma que el efecto beneficioso de la salud atribuido a las bebidas fermentadas tradicionales, como la cerveza, no se debe exclusivamente a la presencia de alcohol, sino a su contenido en antioxidantes naturales. Para poder hacer frente al estrés oxidativo provocado tanto por agentes endógenos de la propia célula como por agentes externos (tabaco, fármacos, contaminantes, aditivos) se recomienda incluir en la dieta alimentos ricos en antioxidantes naturales de origen vegetal que se pueden encontrar en frutas y verduras o en bebidas fermentadas de origen agrario como la cerveza, tomada de forma moderada. Según Valls, la suplementación de cerveza sin alcohol puede aconsejarse en la dieta de sujetos con hipercolesterolemia para mejorar los parámetros marcadores de estrés oxidativo, implicados en la enfermedad aterosclerótica.