La dieta hipocalórica previene el cáncer provocado por agentes externos
La acción de una molécula conocida como Nrf2 es responsable de que los animales que siguen una dieta baja en calorías no desarrollen tumores provocados por agentes externos, los llamados carcinógenos, mientras que aquellos que comen de forma normal sí los sufren. Así se recoge en una investigación dirigida por el Instituto Nacional del Envejecimiento (Baltimore, Estados Unidos), en la que ha participado un equipo español dirigido por Plácido Navas, del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo. En el trabajo, que aparece publicado en la revista Proceedings, los científicos probaron en ratones que el efecto contra la carcinogénesis de las dietas hipocalóricas se origina gracias al factor de trascripción Nrf2, una molécula activada por la restricción calórica y que se cree imita los efectos beneficiosos para la salud de componentes naturales como el resveratrol en el vino tinto. Compararon cómo ratones normales y ratones en los que se había eliminado el gen de Nrf2 se enfrentaban a dietas de restricción calórica, con el objetivo de determinar si Nrf2 es esencial para los efectos beneficiosos de una dieta reducida en calorías. Los investigadores mostraron que los ratones normales con una dieta escasa en calorías eran resistentes a tumores inducidos por carcinógenos, mientras que los ratones que no podían producir Nrf2 eran mucho más susceptibles al cáncer. Según Plácido Navas, la presencia del factor Nrf2 es imprescindible para prevenir el desarrollo de tumores causados por carcinógenos en ratones. «Utilizamos dos carcinógenos modelo, DMBA y TPA, pero las conclusiones podrían extrapolarse a otros agentes, como el benceno, el arsénico o, incluso, el tabaco», añade Navas.