Cosas de aquí
Los mencía hacen palmarés
Oro para Hombros, plata para Casar de Burbia, de la misma bodega, y Pittacum y bronce para el Carracedo, de Bodega del Abad, en el X Wine Masters Challenge
En el impresionante palmarés de los vinos de la bodega berciana Casar de Burbia lucen desde esta semana dos nuevas medallas (oro para el singular Hombros 2004 y plata para el básico Casar de Burbia 2005) conseguidas en la décima edición del Wine Master Challenge, una cita clásica del vino europeo que, pese a su juventud, ha sabido ganarse el reconocimiento de los profesionales y la crítica internacional. El rigor, la transparencia y un altísimo nivel de participación caracterizan este concurso internacional de vinos que en esta ocasión reunió en el un exclusivo complejo hotelero de la bella ciudad costera de Estoril, a pocos kilómetros de Lisboa, a más de 500 especialistas de medio centenar de países. Aunque los resultados se dieron a conocer esta semana, el concurso se celebró entre los días 27 y 30 del pasado mes de marzo, sobre muestras agrupadas en siete categorías -blancos, rosados, tintos, generosos, espumosos, aguardientes y jerez- que fueron evaluadas en cata ciega, siguiendo las más estrictas normas internacionales y siendo premiadas, en su caso, con medallas de oro, plata y bronce, o calificadas como vino recomendado. El Wine Masters Challenge, cuya gala y entrega de premios se celebrará en el Casino de Estoril el próximo 24 de mayo, es sin duda un preciso barómetro de la actual situación del sector vinícola en todo el mundo. Tanto es así que las distinciones en este concurso, repetidas en el caso del palmarés de Casar de Burbia, llenan de orgullo al autor de los vinos. «Ser premiado, y más si es por partida doble, supone una verdadera inyección de prestigio y orgullo, así como una garantía de sólida proyección comercial de los vinos galardonados», afirma Isidro Fernández Bello, gerente y director técnico de Casar de Burbia. La otra bodega de Carracedelo, Bodega del Abad, consiguió un bronce con su vino estrella, el Carracedo del 2005, uno de los crianzas de mayor prestigio en el vino berciano. Y, en fin, plata también para otro clásico de los palmarés de grandes concursos, el Pittacum 2005 de la bodega del mismo nombre. Hay que felicitar por ello a sus autores, José Luis Santín y Alfredo Marqués.