La pérdida de especies de aguas profundas amenaza el futuro de los océanos
Según un estudio realizado en la Universidad Politécnica de Las Marcas (Italia), que publica la revista Current Biology, la pérdida de especies de aguas profundas supone una grave amenaza para el futuro de los océanos. La principal aportación del trabajo es que la salud biológica de las profundidades marinas medida por la tasa de procesos críticos del ecosistema, aumenta exponencialmente con la diversidad de las especies que habitan estas aguas. Roberto Danovaro, director de la investigación, afirma que han demostrado por primera vez que el funcionamiento del ecosistema de las zonas profundas de los mares depende en gran medida del número de especies que habitan el fondo marino, lo que muestra que es necesario preservar su biodiversidad, ya que de otra manera las consecuencias negativas podrían ser de una magnitud sin precedentes. El funcionamiento de un ecosistema implica, básicamente, la producción, consumo y transferencia de materia orgánica a lo largo de la cadena trófica; su descomposición, y la posterior regeneración de nutrientes. ecosistemas más eficientes son aquellos que cuentan con mejores procesos para transformar la energía disponible en fuentes alimenticias. Los fondos marinos cubren el 65% del planeta y son el ecosistema más importante de la biosfera para el ciclo del carbono, el nitrógeno y el fósforo. El océano profundo también acoge la mayor biomasa de seres vivos, incluyendo una gran proporción de especies aún sin descubrir. En su estudio, los investigadores examinaron la biodiversidad de gusanos nematodos y varios indicadores independientes del funcionamiento y eficacia del ecosistema en más de un centenar de localizaciones de fondos marinos. Los nematodos son los animales más abundantes del planeta y suponen más del 90% de toda la vida existente en las profundidades marinas. Investigaciones anteriores han sugerido que la diversidad en los nematodos es un buen indicador de la diversidad de especies de estas zonas. Los científicos descubrieron que las localizaciones con la diversidad más elevada de nematodos daban lugar a un aumento exponencial en las mayores tasas de procesos del ecosistema y en una mayor eficacia en la realización de estos procesos.