El canto de las aves es un indicador de la vulnerabilidad de las especies
La revista Plos One publica las conclusiones de un estudio del CSIC en el que se ha descubierto que los machos de las poblaciones de especies de aves amenazadas con mayor posibilidad de extinguirse, presentan un canto más sencillo, caracterizado por un repertorio más pobre. Este estudio demuestra por primera vez que el canto puede ser un indicador de la viabilidad de las poblaciones de aves y podría constituir una señal precoz de su vulnerabilidad. En el trabajo, los investigadores de la Estación Biológica de Doñana analizaron durante cuatro años la complejidad del canto de los individuos de la alondra de Dupont o alondra ricotí en las estepas del Valle del Ebro y hallaron una asociación entre la diversidad del canto de los machos, entendida como número de frases distintas, y la viabilidad de las poblaciones (calculada con índices como la tasa de crecimiento anual, su persistencia en el tiempo, etcétera.). Según explica Paola Laiolo, coordinadora del estudio, «la razón de que el canto de los machos en las poblaciones más amenazadas sea más simple es que la diversidad del canto se correlaciona con dos parámetros claves en la viabilidad de las poblaciones: el tamaño poblacional y la productividad o proporción de juveniles por año». La unidad de canto de la alondra de Dupont se compone de hasta 12 secuencias diferenciadas o frases, cada una formada por un máximo de 13 notas. En las poblaciones más amenazadas conformadas por núcleos pequeños de individuos, los machos cantan un máximo de tres o cuatro frases, al no tener las crías un número suficiente de machos adultos a los que imitar. Hasta la fecha se había demostrado la relación entre el canto y la calidad del individuo, en un contexto de selección sexual en el que los machos mostraban a las hembras y a los otros machos su aptitud individual. «La grabación del sonido en la temporada de cría de las aves y el análisis de la diversidad del canto pueden servir para el estudio y la conservación de especies amenazadas, como complemento a otros trabajos de viabilidad poblacional que requieren largas series de datos y mucho esfuerzo para calcular la tasa de crecimiento, la supervivencia, la dispersión individual, etcétera», explica Laiolo.