España sólo recicla el 5 por ciento de sus residuos de construcción

En un informe de la Fundación Entorno, de los cerca de 50 millones de toneladas de residuos de construcción y demolición (RCD) al año en España apenas se recicla y reutiliza el 5%,lo que nos coloca en el furgón de cola europeo, cuya media es del 40%, y muy lejosde países como Bélgica, Holanda y Dinamarca, donde alcanzan entre el 80 y el 90%. Esta gran cantidad está provocando la colmatación de los vertederos municipales y el vertido incontrolado, a lo que se añade su impacto visual, la emisión de polvo y el impacto ambiental debido al despilfarro de materias primas. Por eso, el estudio «Construimos Valor. Incentivos a la Construcción Sostenible», propone crear incentivos normativos, fiscales y de acceso a capital que permitan a inmobiliarias, constructoras, promotoras y empresas de suministro de materiales y equipamientos incorporar criterios ambientales y sociales que supongan una ventaja competitiva. Estas actuaciones están orientadas a fomentar la creación de valor sostenible en seis grandes ejes de acción: planificación territorial, rehabilitación, energía, uso de recursos e impacto ambiental, movilidad sostenible y calidad de vida. Normativa Con el objetivo de garantizar la mejor gestión ambiental de los RCD, una normativa recientemente aprobada prohíbe el depósito sin tratamiento previo. Entre las obligaciones que establece al productor (identificado como el titular de la licencia) destaca la elaboración en el proyecto de obra de un estudio de gestión de los residuos, que deberá incluir una estimación de las cantidades generadas, medidas de prevención a adoptar, el destino previsto para los residuos que se produzcan, así como una valoración del coste previsto para su gestión, coste que formará parte del presupuesto del proyecto. El contratista, por su parte, deberá establecer la clasificación de los residuos, elaborar un plan de ejecución y asumir los costes. Separar los residuos en obra repercutirá en la obtención de beneficios por la venta directa de los materiales separados. De esta forma se afianzará la posición empresarial de aquellos materiales para los que ya existe un mercado (metales y maderas principalmente) y adicionalmente servirá para incentivar la creación de otros mercados (áridos reciclados). En Castilla y León se generan anualmente 2 millones de toneladas de RCD, concentrando los mayores índices las provincias de Valladolid, León, Burgos y Salamanca. Los datos que maneja la Consejería de Medio Ambiente indican que en los municipios con más de 20.000 habitantes la producción de escombros es de una tonelada al año, cantidad que se reduce hasta 700.000 kilogramos si se trata de poblaciones entre 20.000 y 5.000 habitantes y hasta 450.000 en los municipios más pequeños. Para llevar a cabo un tratamiento integral de estos residuos, la citada Consejería ultima un Plan Regional cuyo objetivo es reducir su cantidad y peligrosidad, concienciar en responsabilidad al productor, contemplar una jerarquía en la gestión de estos desechos y fomentar la participación e información de los ciudadanos. Entre los objetivos destaca lograr que el 90% reciba un adecuado tratamiento, reducir en un 11% el volumen de los generados, y separar en su totalidad los residuos peligrosos. El Plan prevé la construcción de plantas de tratamiento integral en cada capital de provincia y Ponferrada, con unas características concretas y que den una respuesta adecuada a todo tipo de residuos que se generan en el desarrollo de esta actividad, de los cuales el 75% es material pétreo. Habrá, además, instalaciones de tratamiento primario con sistema de machacado fijo o semimóvil repartidas por la comunidad, mientras que en las zonas más aisladas se colocarán depósitos provisionales para los residuos no peligrosos. También se contempla que en el año 2010 se hayan erradicado todos los vertidos incontrolados.