Vinorro al canto

AL CANTO y de cántaro... vinazo artillero, vinillo chisposo, vinete de agujita, vinamen de misa y pedo santo, vinito de barra, vinón de campano, vinorro toresano de fudre ensebado, vinos de marinar la charla consabida, chatos de barrio llovido, jarra cristianada, cuartillo moro, porrón con gaseosa amarilla de boliche, fervudo berciano, ponche caliente de viuda fría, vasito de guisar, tetrabrik de mamadura adolescente, clarete de viejo, blanco de chicas, tintorro de antiguos, ribera de pijos, riojas se siempre, albariños de snobs... ...y una retahíla que últimamente suelto para provocar puñales: el mejor vino de Galicia es un bierzo ; el mejor vino del Bierzo es un tierradeleón ; el mejor vino de León es un riberaduero ; y el mejor vino de Castilla y León será toda la puta vida un rioja . Puede rezarse al revés este rosario y siempre cosecharás tres sonrisas y dos enemigos. El tierradeleón estrenó su denominación de origen anteayer y de ahí el cántico o antífona que aquí se ensaya para recordarnos que la historia de estos confines cabría en una cuba y se escribe perfectamente mojando en vino la pluma del cronicón. Cerveza (una sidrorra acervezada) bebían los astures y, de cuando en vez, vino que agotaban en fiestorro cocido el mismo día que llegaba el acarreador desde tierras al sur. Viñas plantaban en las cangas altas de estas montañonas los cristianos asediados por el moro por matar el síndrome de abstinencia con un vinamen agraz y vomitivo (cuando la reconquista recuperó las riberas zamoranas del Duero, se restableció el cultivo para que Alfonso XI escriturara su famosa lamentación: «Tengo un Toro que me da vino... y un León que me lo bebe»). En cántaros o pellejos de vino, y no en cobre o plata, se establecieron de antiguo muchas penas concejiles a quien quebrantara ordenanzas. El corregimiento de la ciudad de León, allá por el siglo XIV o XV, llegó a decretar a todos los tasqueros de la villa que rebajaran el vino con agua porque el personal pillaba torzones agresivos de navajazo y altercado. Y en el almanaque Bailly-Baylliere de 1906 se da cuenta de que el consumo medio de leonés/día es de 2.3 litros. Parece burrada. No lo es. Jarra de almuerzo, otra de comida y otra de cena, amén de chatos y comanditas. Sale el cómputo. Conclusión: nacemos con dos genes cazurros ya borrachos.