Diario de León

Creado:

Actualizado:

¿CÓMO se puede gobernar un país en el que hay trescientas clases de quesos?, se preguntaba monseigneur Armand-Jean du Plessis, cardenalduque de Richelieu, cardenalón de florete, conjuras y espías que comandó la Francia mosquetera sin que a Dios le diera nada verle convertido en César (caesar y kaiser) pasando el cepillo en la iglesia... y en la oficina de recaudación. Tendría que venir a España ese cardenal que gastaba medio sueldo en retratarse al óleo y en kilómetros de moaré para capisayos purpurados... y se haría una pregunta parecida: ¿cómo se pueden gobernar aquí las cosas teniendo, como tenemos, más de seis mil vinos distintos... cada cual de su madre (si es que aún madrean alguno, cosa que de entrada dúdase) o de su padre (caso de que padreen algunos, que va a ser que sí)?... Antes, Asunción tenía un vino que no era blanco, ni tinto, ni tenía color, pero encerraba más genio musical que un conservatorio, pues inspiró la melodía universal con la que se cierran fraternalmente merendolas y cuchipandas de toda la Iberia del morapio y, por supuesto, de la Asturias borracha y dinamitera (donde algunos te miran mal si en el chigre cantas sin decoro el «patria querida», porque es el himno oficial de la cosa principada); ni debía ser muy malo, porque el estribillo acaba ordenándole a la Chon que vuelva a echar «media de vino al porrón». Antes, los vinos apenas tenían nombre. Sólo sabor. Eso permitía distinguir a los pocos buenos de los muchos peleones, al vino honrado y bien criado del coupage tramposo de un tabernero ladrón. Ahora, tienen hasta apellidos, pago de noblezas, etnografía picuda y latinajos patricios o de misa y olla... y matices aromáticos (quince por barba y diez falsos de propina que le ponen entre el crítico en los papeles y el sumiller en la mesa). Ignoro, sin embargo, dónde encajar un vino que acaban de parir en el Duero burgalés, Aranda el sitio, bajo firma de Rosa Cruz (como la masonería boba), a veinte euracos la botella, vino orientado al mercado gay, pues « Mundo Gay » es su etiqueta y Chueca donde se presentó. Jodó. Si hay vino de curas, de chicas, de obreros o de pijos... Ya, pero ¿era integración o segregación lo que se buscaba?... y lamento el chiste fácil: ¿se pedirá oficialmente este vino diciendo «ponme un culete»?...

tracking