Aunque cada edad tiene su deporte perfecto, siempre se debe tener en cuenta la salud
La mitad de la población es sedentaria y su peso es mayor del aconsejable ¿Para qué sirven?
La práctica de deporte reduce el riesgo de padecer múltiples enfermedades
Llevar una vida sana y practicar algún tipo de actividad física es algo incuestionable. Según los expertos, casi la mitad de la población española es sedentaria (el 41% de los hombres y el 52% de las mujeres), el 12,8% padece obesidad, un problema que se incrementa con la edad, y el 36% sobrepeso, especialmente los varones. Y lo que es peor, cerca de la mitad de los niños españoles presentan sobrepeso y el 15% son obesos. El sedentarismo aumenta el riesgo de padecer enfermedades por lo que con ejercicios sencillos como andar, subir escaleras, montar en bicicleta o bailar se ayuda a reducir el colesterol, la hipertensión y los triglicéridos, a fortalecer los huesos, los músculos, la forma física y hasta el estado anímico. Aunque cada edad tiene su deporte perfecto, se debe tener en cuenta la salud, siendo recomendable un chequeo antes de comenzar. La educación deportiva se inicia con el nacimiento del bebé al que se enseñan actividades que evolucionan con el paso de los años como aprender a jugar, gatear, andar, trepar, andar en triciclo, bicicleta y patines. A partir de los 6 años se debe ejercitar la puntería (chutes, lanzamientos), los juegos o deportes de coordinación (judo, kárate) o de equipo. Al llegar a la pubertad se puede iniciar en la mayoría de los deportes aunque hay que evitar los que supongan una sobrecarga muscular que pueden afectar a la salud. La mejor edad para la práctica deportiva está entre los 18 y los 35 años ya que las cualidades físicas de las personas están desarrolladas al máximo. Aunque entre los 36 y los 50 años también se puede realizar cualquier deporte, conviene ser precavidos porque la fuerza, la flexibilidad y la resistencia van disminuyendo y, a la vez, se incrementa el riesgo de lesiones. A partir de los 50 el deporte se hace más necesario porque a esta edad disminuye la capacidad cardiovascular, la masa muscular y la recuperación. Caminar, jugar al golf, montar en bicicleta, nadar y realizar ejercicios de gimnasia respiratoria y de equilibrio es lo más recomendado. Consejos Antes de iniciar cualquier deporte conviene asesorarse por un profesional que ayudará a evitar lesiones musculares provocadas generalmente por el sobreesfuerzo. Así, se habla de problemas en las rodillas y los tobillos en corredores, calambres en nadadores, dolores en las rodillas de los ciclistas, el codo del tenista o los esguinces en futbolistas y baloncestistas. Para evitar su aparición, se recomienda dedicar de 10 a 15 minutos antes de iniciar la sesión a realizar ejercicios de calentamiento (brazos, cintura, piernas), sin forzar el músculo. Concluida la práctica deportiva, conviene relajar y estirar los músculos al menos 5 minutos. Las extremidades inferiores suelen ser las más afectadas por las lesiones musculares. Recuerde que la prevención y la detección a tiempo son muy importantes para una pronta recuperación y que debe acudir al médico para que valore y aplique el tratamiento adecuado. Aumentan la resistencia física y la velocidad: Ciclismo, natación, correr, esquí de fondo. Incrementan la concentración, el equilibrio y los reflejos: Tiro, golf, judo, tenis, paddle. Potencian la coordinación: Kárate, judo, alpinismo, aeróbic, gimnasia. Ayudan a superar la timidez: Fútbol, balonmano, baloncesto, voleibol, rugby, gimnasia, aeróbic. Desarrollan la capacidad de superación: Tenis, paddle, squash, ping-pong y deportes de equipo. Mejoran el equilibrio psicológico: Trekking, tenis, paddle, kárate.