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Publicado por
JOSÉ-ROMÁN FLECHA ANDRÉS
León

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«LA TIERRA es el probable paraíso perdido», decía Federico García Lorca. Nos pasamos la vida denigrando y maltratando a este planeta, como si pudiéramos encontrar un paraíso en otra parte. Y resulta que hemos nacido aquí, probablemente aquí moriremos y sobre este planeta azul pasaremos la vida la inmensa mayoría de los mortales. Nos conviene tratar bien a este hogar con jardín en que nos ha tocado vivir. Desde hace algún tiempo, cada año es dedicado por las Naciones Unidas a un tema concreto. Con ese motivo se promueven congresos, encuentros o exposiciones que ayudan a difundir y aumentar una mayor conciencia social sobre la cuestión que se propone a la consideración mundial. Pues bien, este año 2008 ha recibido el ampuloso título de «Año Internacional del Planeta Tierra». ¿Qué puede significar e implicar esa designación? En primer lugar, este año debería ser una buena ocasión para descubrir los desastres que hemos causado con nuestra explotación inmoderada de la tierra. De forma insensata hemos repetido hasta la nausea la fábula de la gallina de los huevos de oro. Por el afán de hacernos con las riquezas todas de la tierra en el plazo más corto de tiempo, nos hemos quedado sin bienes, sin aire respirable, sin agua bebible, sin un suelo amigo. Por obscena y lujuriosa avaricia, hemos malbaratado la herencia que nos correspondía. «No tengo nada que ver con la maquinaria rechinante de la humanidad: yo pertenezco a la tierra». Así escribía el dramaturgo estadounidense Henry Miller, como para dejar clara su simpatía por la tierra y su desvinculación con los inhumanos habitantes del planeta. Hemos violado a la tierra. A ese planeta tan rico como hermoso lo hemos reducido a un basurero apestoso. O a un patio de Monipodio, en el que se sientan los ladrones a repartir inmundos botines que se han robado unos a otros, mientras guardan las formas hipócritas de lo políticamente correcto. Pero junto a la tierra, hemos despreciado a sus habitantes. Los hemos sometido a todo tipo de discriminaciones. Hemos reconocido a unos como personas, mientras que a muchos los hemos tratado como a animales o los hemos devaluado como a cosas. Hemos pervertido todos los códigos de conducta. Al bien lo hemos llamado mal y al mal lo hemos hecho pasar por bien. La tierra entera se lamenta por nuestros desmanes. Y lo peor de todo es que no podemos echar la culpa a nadie más que a nosotros mismos. A nosotros, que hace tiempo hemos renegado de toda responsabilidad y pretendido ignorar todo sentimiento de culpa. A Herbert Marshall Mc Luhan, el celebre estudioso canadiense de la comunicación, se atribuye una frase tan evidente como inquietante: «No hay pasajeros en la nave espacial que se llama tierra: todos somos tripulación». Todos somos responsables de la dirección que hemos dictado a la supernave espacial en la que nos ha tocado viajar. Aún nos queda medio año para repensar el trato que estamos dando a la pobre tierra. Día 14, sábado: Reunión de Diáconos Permanentes de Castilla y León (S. Isidoro, León, 11 h.) Convivencia de la Hermandad Ferroviaria (Llamas de la Ribera, León, 12 h.) Día 15: Domingo XI del Tiempo Ordinario Ordenación de dos nuevos sacerdotes (Catedral, Astorga, 18 h.) Día 16, lunes: Sesi ón del Consejo Presbiteral (Obispado, Astorga, 11 h.) Cursillos prematrimoniales en La Bañeza (La Bañeza, Astorga). Hasta el día 20 Día 17, martes: Clausura de Curso de la Acción Católica General (Mariannhill de Carbajal de la Legua, León, 11 h.) Día 18, miércoles: Comienza XXXV Peregrinación diocesana a Lourdes (Estación Autobuses, León, 8 h.). Hasta el día 22 Clausura del Curso de Vida Ascendente (Pajares de los Oteros, León, 13 h.) Día 19, jueves: Retiro del Sr. Obispo para sacerdotes Zona Bierzo y Galicia (Vega de Espinareda, Astorga, 11 h.) Día 20, viernes: Reunión de Delegaciones y Secretariados (S. Isidoro, León, 10,45 h.).