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Los forenses coinciden en que hay un «alto riesgo» de que el presunto pederasta vuelva a reincidir

Prisiones niega que un grupo de presos quisiera quemar a Nanysex

Su abogado asegura que también fue agredido por otros encarcelados en el furgón policial Det

Álvaro I.G. «Nanysex» se enfrenta a una de pena de 39 años de cárcel

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efe | madrid

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La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias desmintió ayer que el presunto pederasta Álvaro I.G., «Nanysex», haya sufrido agresiones mientras era conducido desde la Audiencia Provincial de Madrid a la cárcel de Alcalá-Meco o en el interior del centro penitenciario, como asegura su abogado. El letrado solicitó ayer al tribunal de la Audiencia de Madrid que juzga a «Nanysex» desde el pasado lunes que garantice su seguridad ante los intentos de agresión que sufrió ayer en la sala de vistas, cuando el padre y la madre de dos niños de los que supuestamente abusó se abalanzaron sobre él y le golpearon, y ha añadido que hubo incidentes similares al término de la vista. Así, el abogado ha dicho que su cliente también fue agredido por otros presos en el furgón policial en el que fue trasladado de vuelta a Alcalá-Meco y ha añadido que, una vez en prisión, varios reclusos intentaron asaltar la celda de «Nanysex» y que, al no conseguirlo, prendieron fuego a una toalla y la arrojaron al interior de la misma. Un portavoz de Instituciones Penitenciarias ha calificado en declaraciones de «puras invenciones» las palabras del abogado y ha señalado que ni se produjo intento de agresión alguno en Alcalá-Meco ni la Guardia Civil reseñó ningún incidente durante el traslado. «Nanysex» se enfrenta a una pena de 39 años de prisión por dos delitos de abuso sexual continuado sin violencia ni intimidación, otros tres de abuso sexual continuado sin intimidación y cinco delitos de producción y distribución de material pornográfico de menores. Junto a él se sientan en el banquillo los acusados Eduardo S.M., José G.C. y José O.M., para los que el fiscal pide penas de entre 10 y 24 años de prisión e indemnizaciones entre 10.000 y 120.000 euros por las secuelas causadas a sus víctimas. En su escrito de conclusiones provisionales, el Ministerio Público sostiene que «Nanysex» grababa sus actos de abusos a niños en vídeos que posteriormente intercambiaba con los otros procesados a través de internet. Este procesado presuntamente se ofrecía como «canguro» para acercarse a los niños y es uno de los «peores pederastas» investigados, según señaló la Policía cuando fue detenido el 26 de mayo de 2005. «Seguro que reincide» Los médicos forenses coincidieron ayer en que convergen varios factores de «alto riesgo» para que el supuesto pederasta Álvaro I.G., «Nanysex», reincida en el abuso sexual a menores, según han dicho en la tercera sesión del juicio a puerta cerrada que se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid. El abogado de la acusación particular, Manuel Maza, ha explicado a los periodistas al final de la vista que el forense que exploró a «Nanysex» durante la instrucción ha señalado que éste padece una parafilia pedófila de tipo fijo-invariable, por la que el paciente se siente atraído «sólo» por niños y niñas. En cuanto al grado de posible reincidencia, ha subrayado Maza, se dan dos factores de gravedad, como que el acusado se fije en niños de su mismo sexo y en que éstos no superen los cinco años de edad. Además se dan otras circunstancias, como la preferencia sexual clara hacia la pedofilia, el inicio temprano de la actividad delictiva -«Nanysex» tuvo su primer contacto con niños hacia los trece años- o el abandono del tratamiento psiquiátrico.