El Congreso se divierte y León también

Y ES QUE mientras en León, pese a las deudas y a los agobios políticos, celebra sus un día famosas ferias y fiestas de San Juan y San Pedro, en Valencia lo están pasando placenteramente con la celebración de un anunciado Congreso, del cual se espera la anunciación de la felicidad política del PP y la elevación a los respectivos pedestales de las dos señoras más aseñoradas de la reunión. Como la número dos de la numeración de los populares ha sido distinguida la señora Cospedal de la cual cuentan y no acaban los partidarios del orden centrado y bien centrado en torno a Don Mariano Rajoy, dando de este modo fin a las penas y trabajos a que estaba sometido el líder de la oposición, empeñado en esclarecer los camino que hacia el éxito conducen. En tanto y en cuanto que leoneses y valencianos se sienten apoyados por los dioses del Olimpo, no parece que se puede afirmar lo mismo de los miembros "y mientras" del partido zapaterista, donde por ahora no les corresponde mover ficha y permanecen cautamente silenciosos y atentos, a la espera de la oportunidad que les permita alardear de triunfadores en los próximos encuentros electorales, en los cuales se discutirán el dominio de los unos y de los otros para seguir montando en el machito del poder. Porque en esta hora turbia por la que estamos pasando de poder se dispone todo el que se quiera, de fórmulas, métodos, trabajos e iniciativas para salir del bache, no se aprecian vientos favorables ni aunque el ministro señor Rubalcaba ponga guardias en todas las esquinas. Dice el alcalde de la muy pacífica, resistente y malograda Ciudad de León, en su esquemático programa de prosas enmascaradas, "que la noche del 23 será, pues, un símbolo del futuro de la Ciudad de León". A sus buenos deseos nos encomendamos, señor alcalde, porque si este acontecimiento tarda en producirse, las fiestas, montadas de prisa y sin dinero, se quedarán en un encuentro entre diputados de pueblo, para repartirse los espacios vacíos. El programa oficial, editado sin duda por la concejala de ferias y culturas varias, está cubierto desde la portada hasta la última página de un engendro de fotografías diversas, que pueden servir ya que no existen festejos dignos de atención, para que los vecinos a los cuales les haya podido llegar un ejemplar, se entretengan repasando y comprobando lo bonito que es León. Y que a los autores del cuadernillo les sean perdonadas sus muchas culpas. Y el buen vecino, así que le llega la hora, corre a meterse en la cama, para soñar en unas fiestas de San Juan y San Pedro libres del ridículo. Y suenen las panderetas: Mañanitas de San Juan/ cuando la zorra madruga el que mucho vino bebe/ con agua se desayuna¿ ¡Y hasta el año próximo, paciencia y resignación cristiana. Y viva Pérez de Guzmán!¿