La capital centroeuropea fue tomada por aficionados de las dos selecciones.
Muchos buscaban una entrada. Y llegaron a ofrecer más de mil euros por una. Otros, con menos presupuesto, ofrecían sexo.
Algunos hinchas intentaron reformar el callejero vienés.
El colorido de la hinchada española superaba al desplegado por la germana.
El optimismo reinaba entre los seguidores de la roja. Autor:
En el gran escenario histórico que es el centro de Viena ambas aficiones confraternizaron.
La hija de David Villa, lesionado, también se vistió la roja y animó a la selección. Autor:
Mortadelo y Filemón, pasando calor en el Prater.
No podían faltar los típicos toreros. Autor:
Otros se refrescaron con cerveza. Durante la Eurocopa subió un 10% el consumo en Austria y Suiza.
Un aficionado con un toro pintado en la espalda.
La pasión rebosaba en la grada.
La afición desatada tras el triunfo.
El partido fue una fiesta.