Se necesitan médicos

HA LLEGADO el momento. León necesita médicos. Para suplir esta falta realmente importante, sin el cuidado de los cuales no habría ciudad que se tuviera en pie, los muchos enfermos con los que León cuenta y no acaba se ven obligados a desplazarse a Burgos, a Valladolid, a Salamanca y en algunos casos a Soria o a Palencia. Todo lo que se prefiera menos quedarse en León ilusionados con la posibilidad de que puede llegar el día en el cual se consiga tener número primo para ser visto y oído por un médico del Seguro. León necesita médicos, con o sin Facultad de Medicina. Y ya es extraño, por no decir otra cosa, que mientras en Burgos, por no ir más lejos, reclaman ya la creación de una Facultad de Medicina, antes de que se declare una de esas epidemias que se promueven cuando la alimentación es escasa en proteínas; mientras hasta la vera efigie de Rodrigo el de Vivar se eche al campo, con doce de los suyos, para conseguir que las autoridades leonesas se convenzan de que la Medicina no puede estar a merced de otra huelga, en León, que tiene a Don Suero a la espera de que le concedan licencia para matar, dice que de Facultad de Medicina nada, y que en resumidas cuentas de médicos andamos de pura madre y León cuenta con muchos menos enfermos que Palencia. Y nos estamos quedando sin médicos para atender un catarro, como nos quedamos los unos y los otros sin abuela y sin medicina familiar. Se habla de dotar a la Ciudad y sus islas de tranvías, de jardinerías contratadas a dedo, de hermanamientos con Braganza y con Pinos del Monte y se pretende revisar a vanguardia los sueldos y subvenciones de ediles y regidores. Pero no se piensa, ni remotamente, que una ciudad con cerca de doscientos mil habitantes contando a los tanzanos, a los marroquíes, a los peruanos y demás gentes de difícil atendimiento, no puede estar sin médicos, como las ermitas, que pueden estar y están sin cura¿ Los médicos de familia a los cuales elevamos nuestra demanda, no saben no contestan y España mantiene con dolor y sin ninguna clase de sentimiento la realidad, la ausencia de la obligada dotación de doctores, advirtiendo que para nuestra vergüenza y riesgo España aparece a la cola de la Unión Europea en la cobertura de enfermos que necesitan médico y cura. La Universidad de León, tan excelsa en su dotación intelectual-científica se une, en cierto modo y con excepciones dignas de anotación en los anales universitarios, debe unirse, a la exigencia de los enfermos, ya que no lo haga por principios y este será el modo de librarnos del rubor que nos cubre hasta las cejas cuando nos enteramos de que la clínica de San Francisco, sin duda la entidad médica más preocupada por la atención médico de los leoneses ha tenido que unir sus necesidades con los medios del Hospital Clínico de Salamanca para cubrir demandas de urgencia. ¡Todos necesitamos ayuda!