Producción de sal en el mundo: Pasado global, futuro localEl aprovechamiento energético de residuos reduce las emisiones de CO2 Consejos para reducir el impacto ambiental de la informática
Este es el lema del congreso que se celebrará en Laesoe y Mariager (Dinamarca) entre los días 6 y 12 del próximo mes de septiembre, que aglutinará a expertos de todo el mundo que hablarán de la importancia del patrimonio de la sal en la historia y de cómo se puede aprovechar este patrimonio en proyectos de desarrollo local. Se tratarán temas como "Museos de la sal y desarrollo local", "Amenazas y retos para los museos de la sal", "Los paisajes de la sal como mezcla de cultura y naturaleza", "Investigación en patrimonio salinero para su puesta en valor", "El turismo de la sal y el desarrollo local", y "El futuro del patrimonio de la sal". Para poder tener más información: salinasdeinterior@gmail.com. Según revela el libro "Recuperación energética ecoeficiente de los residuos. Potencial en España" editado por la Fundación Gas Natural, su aprovechamiento energético podría evitar la emisión de 33,8 millones de toneladas anuales de dióxido de carbono, lo que supondría un ahorro de 430 millones de euros en los procesos de eliminación de residuos no reciclables. En la publicación se asegura que ese aprovechamiento permitiría cubrir más de un 8% del consumo de energía primaria en España. A esto se suman las ventajas medioambientales y económicas que supondría la aplicación de medidas de recuperación energética de residuos. La compañía de servicios tecnológicos EDS quiere ayudar a reducir el impacto ambiental de la informática. La primera opción es trasladar la actividad de los servidores del 15-20% de su utilización al 80-90%, lo que permite trabajar mejor usando el mismo perfil de energía. Otras recomendaciones son apagar los servidores que no se usen; emplear técnicas de ahorro de energía ya aplicadas a ordenadores portátiles; un mantenimiento riguroso; modificar la distribución de los equipos para reducir su enfriamiento, y utilizar interruptores que se apagan automáticamente o termostatos programables para normalizar la temperatura cuando se desocupen los edificios.