En 12 años se obtienen ejemplares que producen rendimientos económicos interesantes
Las plantaciones de chopo suponen una buena alternativa de inversión
Cada hectárea plantada captura una media de 15 toneladas de dióxido de carbono al año
El cultivo del chopo y sus expectativas económicas ha sido el tema de un encuentro celebrado en Ponferrada, enmarcado en las Jornadas Forestales de El Bierzo, cuyo objetivo ha sido acercar la populicultura a una comarca con enormes posibilidades para este cultivo forestal, que ha permitido que Castilla y León sea un referente internacional tanto en la selvicultura como en la industria de desenrollo. Durante la jornada, los expertos incidieron sobre las condiciones climáticas especiales de la comarca de El Bierzo circunstancia que, junto con la presencia de la capa freática a escasa profundidad, hace que el cultivo del chopo pueda resultar muy rentable, si bien hay que mejorar las técnicas de cultivo para obtener madera de desenrollo. Esta madera de calidad tiene una gran demanda y su valor se mantiene elevado. La posibilidad de obtener chopos de diámetros comerciales (en torno a 35 centímetros) en unos 12 años permiten obtener rendimientos económicos interesantes. También se expusieron las líneas de ayudas (plantaciones, podas, redacción de planes de gestión, accesos) integradas en otras más amplias en las que la prioridad del chopo es muy diferente, y se demandó disponer de una línea específica para el sector que contemple las características diferenciales del mismo. En cuanto a la gestión de choperas, se destacó la importancia de realizar trabajos en los primeros seis años, con podas de 3 ó 6 metros y laboreo, con el fin de asegurar una madera de calidad que garantice rendimientos económicos al propietario. En su intervención sobre el "Asociacionismo forestal", Ángel Atienza, gerente de la Asociación Forestal de León (Asfole), afirmó que "el minifundio plantea un gran problema para la gestión forestal porque, además de que no se puede certificar, ni acogerse a subvenciones, ni hacer tratamientos eficaces contra las plagas, los costes de estos cultivos se disparan". Afirmó, además, que "se precisa una ordenación de estas propiedades que pasa porque los propietarios se agrupen para conseguir una superficie mínima en la que el cultivo del chopo sea viable". Certificación Félix Pinillos, responsable del área forestal del Centro de Servicios y Promoción Forestal y de su Industria de Castilla y León (Cesefor), centró su intervención en la certificación forestal señalando la importancia de que las empresas de la Comunidad puedan competir en los mercados internacionales acreditando la sostenibilidad de su materia prima. Destacó, además, el valor no sólo productivo de las choperas sino también su importancia ecológica y social, destacando la necesidad de que la sociedad reconozca estos servicios y la demanda por parte de las industrias de disponer de madera certificada para competir en los mercados extranjeros. Explicó el proceso de certificación que supone que los interesados dispongan de un plan de gestión de la chopera, cuya utilidad trasciende a la propia certificación, que debe resultar una herramienta indispensable en la correcta planificación de la plantación y los trabajos posteriores que permitan además de obtener una madera de calidad, cumplir con el resto de los requisitos exigidos para avalar esa gestión sostenible. Se trató, además, la problemática de plagas y enfermedades, en concreto la nueva plaga de pulgón lanígero que afecta actualmente a choperas de algunas zonas de Castilla y León, que provocan en ocasiones la muerte del árbol.