Los ayuntamientos

YO NO DIGO que todos los ayuntamientos cometan fraudes, ni que se valgan de sus muchos medios para cometer ligerezas contables que, efectivamente se produzcan con inusitada frecuencia. Yo no digo que piense que los Ayuntamientos de la España en crisis cometan errores provechosos, ni que dispongan de la misma libertad para ejercer de manipuladores de fondos públicos, por el contrario, pienso, mantengo, que el ayuntamiento es la pieza más pura, más honesta y más clara de lealtad, de honradez y de calidad de la función. Por lo tanto, como sucede en estos días y en estas noches, como se puede anotar a los efectos de saber con quien nos jugamos los dineros, nos sobresalta la noticia de que otro de los miles de Ayuntamientos españoles ha cometido el pecado político de aprovecharse de su cargo para meter la mano en el cajón del pan, es, cuando menos, para sentirse inquietos y sobresaltados. Y nos esforzamos por anular de nuestro pensamiento la pregunta: "¿Pero es que no hay entre los munícipes que manejan los medios y los modos municipales sino manipuladores, comercializadores de las oportunidades que el cargo les facilita? El caso de Marbella se ha repetido no una vez más, como signo de nuestra corrupción política, que eso bien pudiera ser una manera de extorsionar la realidad política de la España de la igualdad, sino acaso, tal vez, quien sabe, un caso de extensión de una cierta enfermedad que pudiera consistir en manera los intereses del común como si fueran patrimonio de quienes andan alrededor de la Caja presupuestaria. Digámoslo con claridad y con dolor: "A España la están consumiendo hasta dejarnos a todos los contribuyentes en los puros huesos". ¿Quién se lleva los dineros que luego faltan en los arqueos? Con más o menos sobresaltos, y ante la indiferencia de la grey gobernante estamos descubriendo un fraude por semana, con la ávida colaboración de alcaldes, concejales, ahogadorcillos de taberna y manipuladores de fondos públicos. Y ahora ha sido en Estepona, que parecía tierra defendida. No hace demasiado surgió el caso de Coslada, dando lugar al descubrimiento de una operación en la que, a lo que se dice, han tenido arte y parte sustanciosa, guardias y elaboradores de planes de limpieza de Cajas fuertes. Y no es lo peor que estos afanes por quedarse con los bienes ajenos se produzcan con tanta frecuencia, sino que los que andan metidos hasta las cejas en tan turbios negocios están siendo los indicados para evitarles. La policía vigila a los ladrones, pero ¿quién vigila a los políticos municipales y a la policía en acto de servicio?... El ministro de Hacienda más histórico es aquel que le decía al jefe del Gobierno: "¿Quiere usted un presupuesto equilibrado, con déficit o con superávit? ¿Y a quien quiere usted/ que le saquemos el dinero, a los pobres o a los ricos?... ¡Y viva Pérez de Guzmán!