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Diario de una aventura Desafío extremo Sudáfrica (3)

Sombras en las aguas oscuras

Cada día va ser más complicado. Yo estaré en la jaula de protección pero aun así son seis metros de tiburón con una boca que entro entero de un solo bocado...

Publicado por
Jesús Calleja
León

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Ya estamos preparados para la inmersión. En realidad a mí me sobran tubos por todas partes, y los nervios me hacen cometer errores de protocolo, pero sin más, hacen una cuenta atrás y a la de tres ya estoy en el mar batiéndome como un corcho flotando en grandes olas. Menos mal que Karlos Simón se hace cargo de mí y no me deja ni un momento. Empezamos el descenso con fuertes corrientes que nos arrastran sin poder hacer nada. El capitán del barco tiene que estar atento de por dónde salimos pues podemos terminar saliendo muy lejos de allí. Continuamos descendiendo hasta los 15 metros, y descubrimos un bosque enorme de algas de 15 metros de altura que crecen hasta 15 centímetros diarios; se llama algo así como Kel. Buceamos entre este bosque en el que te enredas continuamente, y pronto aparecen pequeños tiburones e incluso me atrevo a tocar uno de ellos. Después aparece el tiburón gato al que también llegué a tocar, aunque con mucho recelo. Luego apareció un tiburón vaca, y unos enormes peces que nos seguían a todas partes. Lo mejor los leones marinos; vinieron unos cuantos y nos daban pasadas casi rozándonos. Lo hacen para que juegues con ellos, son muy curiosos. Lo peor de todo era la escasa visibilidad que ponía los pelos de punta pues daba la sensación de que, en cualquier momento, aparecería un tiburón de grandes proporciones, y posiblemente a mí me diera un infarto. Da verdadero miedo estar sumergido en esas oscuras aguas donde existen escualos tan grandes que pueden aparecer en cualquier momento de imprevisto. Por suerte salimos a los 45 minutos sin novedades, aunque yo algo mareado por el embravecido mar. Casi sin descanso cambiamos las botellas e hicimos una nueva inmersión de 45 minutos. Vimos más o menos lo mismo, pero no llegó a parecer en ningún momento ningún tiburón grande. No ha sido un buen día, pero esta aventura está empezando, y todos los días bucearemos. Cada vez va a ser más complicado y cada vez intentaremos localizar tiburones más grandes, hasta preparar la estrategia para que los «super héroes» buceen sin protección de la jaula de seguridad y cebando el entorno con pescado y sangre. Yo estaré en la jaula de protección pero aun así son seis metros de tiburón con una boca que entro entero de un solo bocado, y que si le da por saltar para cazar focas o leones marinos, puede colarse dentro de la jaula abierta por arriba, como ya ha pasado en alguna ocasión. Sólo si se dan unas condiciones perfectas, puedo medir muy bien el riesgo que corro, y no están demasiado excitados podré intentar salir de esa jaula, pero no prometo nada. Esta vez sí que será muy complicado conseguir el reto. De hecho ningún español, y muy pocos en el mundo lo han hecho, estando la sangre y el pescado junto a nosotros. Antes iré paso a paso buceando con tiburones de menor tamaño, aunque potencialmente peligrosos como me cuenta Karlos Simón, que dice que se ha encontrado carne humana en algún estómago de tiburón Vaca. Mañana revisaremos otra vez el tiempo para calcular el día propicio para los grandes tiburones blancos. Aunque seguro que mañana también habrá inmersión de nuevo, pues estos tipos son muy duros y parece que no va con ellos lo de la meteorología adversa. Amigos viviré unas semanas de alta tensión y os lo iré contando, estar atentos, sólo pido que no me empiecen a decir después de este Desafío «tronco, qué tal va esa vida» Jesús Calleja desde los alrededores del Cabo de Buena Esperanza en la punta de África, a la espera de contactar con el Gran Tiburón Blanco. ESCRIBE: Siga la aventura en: www.jesuscalleja.es