CORNADA DE LOBO
Juegos muertos
CHAVAL, chavala, modorrín, modorrina, culopego, culopega... espabilad y andai, andai. Sólo dos semanas de vacaciones y ya se os amuerma la marcha. Los playjuegos los tenéis architrillados. Campa el aburrimiento. No tenéis nada a la vista. ¿No sabéis a qué jugar? ¿Se os aflojó el ingenio? ¿Se acabó el mundo del pensar para reir?... Tengo aquí una lista como una ristra de juegos viejos, difuntos mayormente, pero no muertos del todo (lo que anda por desvanes o memorias no muere; está ahí). En el tedio veranero de la media tarde, hoy jugarás a cosa distanta, ya ves. Puedes escoger; elige: a las habas, al embruño, a la hita, al pite, a las tabas, al zurriago, al sobre, al en tí quede, al tres navíos en el mar, a la gallina ciega, al escondite, a la taramusa, a la comba, al calderón, a la semana en caracola, a guardias y ladrones, a piola, al diábolo, al corro la patata, a los alfileres, al pompón, a cartones patacones, al bufo y a la bufadera, al yoyó, a la cuna, a la sierra, a daba la nenita, a Antón Pirulero, al veoveo, a palmar cromos... Estos juegos los recopila Mercedes Rojo en un libro que saldrá en septiembre. Tuvo como informantas a mujeres de una asociación de viudas de Astorga. Jugar con la memoria dolida invita al olvido, pero jugar con los juegos recordados resucita neuronas y el alzheimer se desconcierta. Estos juegos citados anidan en memoria femenina y los avivan mujeres maragatas, cepedanas, riberanas del Órbigo... Y sumándome a este resacar, recordaré los que alguna o muchas veces jugué: al guá, a carreras ciclistas de platis, al tacón de pelis, al pite, a balontiro, a camposmedios, al manrro-chazo, a tijerita ojo de buey, a la tarusa, a la calva, a roer estaca, a luchar de cinto, a la rana, a peseta en la pared, al trompo, a tres en raya, a pelota de tapia o de cuero y portería o a saltar tapias... De la cuneta del tiempo conviene desenterrar antes que nada el jugar de encontrarse para que la vida sea el juego que debería ser, juego sin sangre al río... y que se joda la muerte esperando a que acabe la partida. Y si acaba y asoma la Parca, espétale de carrerilla lo de «chelibolibolilladebajoelsobacotengounanueztodoloquemedigastumadreytupadreloes». Cosas así la paran en seco o la confunden... Y el aburrimiento huye a galope.