El juez cita como imputados a los médicos que atendieron a Jesús Neira
Los médicos que atendieron a Jesús Neira, el profesor en coma tras la paliza que le propinó un maltratador por defender a su pareja, comparecerán como imputados ante el juez después de que la familia denunciara negligencia. Se trata de los facultativos de los dos centros hospitalarios madrileños a donde acudió Neira y en los que pasaron por alto la gravedad de las lesiones sufridas y sus dolencias cardíacas previas. Prestarán declaración el próximo día 25 ante el titular del juzgado número 4 de Majadahonda. Neira continúa en coma, con respiración asistida, «estable dentro de la gravedad». La familia del profesor insiste en que los médicos tardaron cuatro días en diagnosticar correctamente el alcance de las lesiones ocasionadas por Antonio Puerta, para el que el magistrado decretó esta semana prisión sin fianza. Entre el día de la paliza, el 2 de agosto, y el coma, el día 6, Neira y su mujer acudieron dos veces al Hospital Puerta de Hierro primero y al de Móstoles después. Tarjeta sanitaria El ministro de Sanidad, Bernat Soria, ha asegurado que los médicos hubieran sabido qué tratamiento estaba recibiendo Jesús Neira (uno de anticoagulantes) si hubiera llevado una tarjeta sanitaria electrónica con su historia clínica digital incorporada, lo que hubiera evitado complicaciones. «Es un tema social y sanitario. Ver a un ciudadano ejemplar que protege a otra mujer agredida y luego cómo va evolucionando. Es un presunto fallo a la hora de evaluar el riesgo. El profesor Neira estaba tomando un tipo de medicamento por el que era más vulnerable a la hemorragia. Eso ha traído complicaciones», ha dicho Soria. Ha añadido que el Gobierno trabaja en el tema de la historia clínica digital con vistas a la tarjeta sanitaria electrónica de todos los ciudadanos. «Si el profesor Neira hubiera llevado en su bolsillo su tarjeta sanitaria, una forma de acceder a sus datos clínicos básicos, cualquier profesional hubiera sabido lo que está pasando», ha señalado Soria. En este caso, se tuvo que tratar a una persona que estaba inconsciente, «sin obviar en ningún momento, la presunta responsabilidad de los Servicios Sanitarios».