Estaca bendita

ALLÁ ARRIBA, no sé dónde, hay no sé qué santo, se le reza no sé qué y se gana no sé cuánto ... San roques y vírgenes andan en cerros y estuvieron de fiesta días atrás. A la Virgen de la Ascensión la procesionan. A la ermita de san Roque le dan tres vueltas los devotos. Las vírgenes de agosto vienen con calor refrito y sus romerías arden de fervor o tirria entre la vecindad de la contorna que a ello acude. ¿Cuántas tortas no hubo en Carrasconte entre babiecos y lacianones?... A un monte de la Valdueza subían dos vírgenes desde dos pueblos distintos y al llegar al santuario las dos chocaban. En un solo altar no caben dos vírgenes ni dos caínes. A torta limpia. A tirar a la otra de la peana... El obispo de Astorga rezó a Salomón y decretó dividir el lugar, muro por medio; consagró en piedra lo irreconciliable y así quedó el tiberio, una virgen partida a la mitad, entrando cada cual por su puerta y voceándose la salve para acallar al otro. Dos curas a tortas son espectáculo, pero varios curas tirándose los cristos a la crisma son un rosario de la aurora. Un mismo dios les inspira. Veo imágenes de la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén: gran tumulto a sus puertas; vuelan puños y hostiones, se encaran y zarandean el clero greco-ortodoxo y el armenio por un quítame allá el privilegio. Se insultan. El amor fraterno tiene estas cosas. Una obra de Els Joglars se anunciaba en los setenta con un cordero de Dios de estampa beata, pero punteado su despiece como ese cartel de carnicería que nos dice qué es babilla y qué morcillo... un cordero despiezado en iglesias con un mismo Cristo: católicos, anglicanos, coptos, protestantes, ortodoxos, maronitas, testigos, armenios, episcopalianos, presbiterianos, baptistas, evangelistas... y órdenes religiosas, institutos, congregaciones, o cofradías, cada cual con su estatuto y su diferente conducta evangélica. A los dioses únicos y verdaderos les pasan estas cosas. ¿Por qué hay dos lamas, dalai y panchen?, ¿por qué un alfanje chií duerme mejor en las tripas de un sunita que en las del odiado cristiano?, ¿cuántas musulmanías hay?... Conoces la solución: que jamás se puede tocar a un dios y que cada cual tenga el suyo, como en Birmania, que acepta más de doscientos mil... aunque también se matan entre ellos cuando los sacerdotes se hacen coroneles.