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Partículas radiactivas de cobalto 60 y otras sustancias aparecieron dentro del recinto y fuera

Industria sancionará a Endesa como propietaria de la central nuclear de Ascó

El Centro de Seguridad Nuclear imputa a sus responsables fallos de notificación

Vista de la localidad tarraconense de Ascó, con la central nuclear en funcionamiento al fondo

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m. e. | madrid
León

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El ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, dijo ayer que su departamento aplicará una sanción «contundente» a Endesa, empresa propietaria de la central nuclear de Ascó I, en Tarragona, a la que se le abrirá expediente para ello el próximo mes de septiembre. «Estemos a favor o en contra de la energía nuclear, todos estamos de acuerdo en que ha de ser segura, y ser segura es que no pueda haber manipulaciones ni ocultaciones, por lo que seremos contundentes en la sanción a la empresa si consideramos, como ha hecho el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), que ha habido falta grave, de grado máximo, en el desarrollo de su actividad», argumentó Sebastián. El CSN imputa a los responsables de Ascó fallos de notificación del incidente -tardó casi cinco meses en conocerse- y de control de la fuga dentro y fuera de las instalaciones. Partículas radiactivas de cobalto 60 y otras sustancias aparecieron dentro del recinto y fuera, en un talud del río Ebro y en una chatarrería de Reus, a 40 kilómetros de la central. El Ministerio de Industria será el encargado de fijar la cuantía final de la multa en el expediente sancionador que abrirá «a primeros de septiembre», dijo su titular, de visita ayer en una empresa alimentaria en la comunidad de Murcia. Aunque dispone de un plazo legal de tres años para resolver el expediente, «no vamos a esperar tanto tiempo». «Se intentará cerrar lo antes posible», añadió Sebastián. Las organizaciones ecologistas insistieron en que la sanción, incluso aunque llegue a 22,5 millones de euros, no será ejemplarizante ni disuasoria. Esta cifra es lo que gana la central nuclear por la energía generada en unos diez o quince días y representa «el chocolate del loro», a juicio de Carlos Bravo, de Greenpeace, la organización que primero denunció el escape que tuvo lugar en el centro de Ascó. El ministro recordó que el Gobierno debe ceñirse a la legislación sobre seguridad nuclear, que fija sanciones variables dentro de una horquilla en función de la gravedad de las infracciones y según la calificación previa del CSN. Por su parte, la compañía Iberdrola precisó este martes en un comunicado que tanto la propiedad como la explotación de la central de Ascó I corresponden «al 100 por cien» a «otra compañía eléctrica», en este caso Endesa, «por lo que Iberdrola -dice- es totalmente ajena al citado proceso sancionador».