Se evita su vertido por el desagüe con las consiguientes alteraciones en los ecosistemas
Los expertos alertan sobre el declive poblacional de la alondra de Dupont El aceite de cocina usado puede convertirse en un biocombustible
El biodiesel ya es utilizado por los autobuses públicos de varias ciudades españolas
Si no se reduce la elevada pérdi da de háb itat de la alondra de Dupont o alondra ricotí y se recuperan los hábitats adecuados en torno a las poblaciones existentes, que permitan la conexión entre ellas, será imposible frenar el declive de esta especie amenazada de extinción. Esta es la principal conclusión a la que han llegado los expertos reunidos en Madrid para debatir las actuaciones que debe contener el Plan de Acción Internacional de la alondra de Dupont, cuya redacción ha encargado la Comisión Europea a la organización ecologista SEO/BirdLife. Durante el encuentro, los asistentes estuvieron de acuerdo en que las amenazas de la especie son la pérdida de hábitat (debida a roturaciones agrícolas, reforestación, desaparición de la ganadería ovina extensiva, urbanismo e infraestructuras como parques eólicos y solares) y la fragmentación de las poblaciones (las aproximadamente 2.000 parejas supervivientes se distribuyen en 70 poblaciones y 225 subpoblaciones) que no permite la conexión entre ellas, el intercambio de individuos y la colonización de nuevos territorios. Por tanto, el citado Plan deberá incluir acciones para aumentar el hábitat adecuado para la especie, impedir la reforestación en las áreas de ocupación de la especie, fomentar el mantenimiento de una ganadería de ovino extensiva que permita asegurar su hábitat, favorecer medios abiertos y cultivos agrícolas más idóneos, e incrementar su protección clasificándola «en peligro» en el Catálogo Español de Especies Amenazadas. El grupo de expertos también ha solicitado aumentar el número de Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) ya que en la actualidad tan sólo un 30% de la población cuenta con algún tipo de protección. En la reunión también se hizo hincapié en que la proliferación de pa rques eól icos en páramos y estepas amenaza la supervivencia de la alondra de Dupont. Aseguran los expertos que un 24% de los núcleos de la especie se verán afectados por este tipo de proyectos. Según se indica desde SEO/BirdLife, las únicas poblaciones reproductoras europeas se encuentran en España repartidas en sólo 148.000 hectáreas divididas en cinco grandes grupos: Valle del Ebro y Sistema Ibérico (las mayores poblaciones), Meseta Norte, Meseta Sur y Sur de España. La población mínima española de la especie sería de 3.142-3.746 machos. Aragón es la comunidad con mayor número de ejemplares (50%), seguida de Castilla y León (28%), Castilla-La Mancha (17%), Navarra (2%), Valencia (1,6%), Murcia (0,9%) y Andalucía (0,7%). La falta de concienciación, el desconocimiento o la ausencia de contenedores específicos llevan a la mayoría de los consumidores a verter el aceite usado para cocinar en la basura o a tirarlo por el desagüe, provocando un daño ambiental. Así, sólo se recoge en España un 3% del aceite doméstico y se desaprovechan cada año 800.000 toneladas. Este residuo favorece la reproducción de potenciales bacterias nocivas en las cañerías, su obstrucción y es el origen de malos olores en el hogar. Además, un litro de aceite usado puede contaminar mil litros de agua y causar alteraciones en los ecosistemas ya que, entre otras cosas, crea una capa en la superficie de los acuíferos dificultando su oxigenación. Según se recoge en la revista Consumer, algunos expertos aconsejan su reutilización para producir biodiésel, un sencillo proceso consistente en mezclarlo con un alcohol, el metanol. Se pueden encontrar en Internet diversas iniciativas caseras que proponen a los consumidores transformar el aceite usado de sus cocinas en biocarburante gratis para sus vehículos. La empresa británica Green Fuels ha puesto en el mercado su procesador de biodiésel casero (FuelPod2) capaz de producir hasta 50 litros de biodiésel al día a partir de residuos aceitosos. Sus reducidas dimensiones permiten guardarlo en el sótano o el garaje. Sin embargo, algunos expertos recuerdan las limitaciones de producir biodiésel casero ya que la materia prima no es homogénea porque unos aceites están más usados y quemados que otros, con impurezas distintas, o bien, son de oliva, girasol o soja. Advierten además, que aunque los sistemas caseros funcionen a pequeña escala, no son capaces de producir un carburante que se ajuste a la normativa y un biodiésel que no cumpla este criterio perdería la garantía en caso de avería del vehículo. Además, la producción casera podría ser ilegal si no se asumen requisitos de tipo ambiental (el metanol es un producto peligroso) y tributarios (hay que declarar la producción, aunque después se aplique la exención). Iniciativas Cada vez hay más municipios españoles que llevan a cabo proyectos de reciclaje de aceites usados para su transformación en biodiésel. El sistema suele consistir en la instalación de contenedores especiales en los que depositar aceite de frituras, asados, conservas, grasas estropeadas o caducadas, y en ningún caso, aceite de motor o lubricantes, mayonesas, salsas o preparados, ni mezclado con restos de comida u otro desperdicio. Posteriormente, una empresa especializada se encarga de su transporte y transformación en el biocombustible que ya utilizan los autobuses públicos de varias ciudades españolas. El municipio segoviano de San Cristóbal ha puesto en marcha un proyecto piloto que durará hasta el año 2009 consistente en el reparto gratuito de embudos-filtro para que los ciudadanos guarden el aceite en una botella de plástico que se deposita en los contenedores especiales distribuidos por la localidad. Otra iniciativa es la del instituto Las Espeñetas de Orihuela (Alicante), cuyos alumnos reciclan el aceite usado de sus casas y lo transforman en el laboratorio del centro en biodiésel que es usado en la caldera de la calefacción del instituto. En cuanto a las plantas que utilizan aceites usados destacamos Asthor Biodiésel (Gijón), Biocarburantes de Castilla (Valdescorriel, Zamora), Bionor Transformación (Berantevilla, Álava), Bionet Europa (Reus, Tarragona), Bionorte (San Martín del Rey Aurelio, Asturias), y Stocks del Vallés (Montmeló, Barcelona).