| Análisis | Investigación en León |
Efecto de la alimentación en las corderas sobre la producción láctea
La producción de leche de las corderas de raza Assaf no se ve afectada por el nivel de ingestión de concentrado durante los primeros meses de vida
Históricamente, el ganado ovino ha sido la base principal de la ganadería española, de hecho, constituyó el germen de la más poderosa organización ganadera de todos los tiempos, el Honrado Concejo de la Mesta, vertebrador del país y motor de la economía española durante prolongados periodos. En la actualidad, el sector ovino sigue siendo muy importante en España, lo que se refleja en los 22,5 millones de animales de esta especie presentes en nuestro país, siendo Castilla y León la segunda comunidad autónoma en lo que a censo total de ganado ovino se refiere (19,3%) y la primera en ganado ovino de producción lechera, con casi el 52% del censo nacional (1.674.999 cabezas), lo que supuso que en el año 2005 se produjeran 250.000 toneladas de leche, más del 60% de la producción nacional. En los últimos tiempos, este tipo de producción ganadera está sufriendo un profundo cambio, sobre todo en el modelo de producción, debido a que se observa una creciente profesionalización de los ganaderos y un aumento de la dimensión de las explotaciones, además de una desaparición progresiva de las de pequeño tamaño, principalmente por su escasa rentabilidad y por la dificultad de renovación de la mano de obra. Estos cambios se observan también en Castilla y León donde, actualmente, la mayor parte de la producción de leche de ganado ovino tiene lugar con ovejas de raza Assaf, de gran producción lechera, que se implantaron en las últimas décadas, mediante cruzamientos por absorción de razas tradicionales en esta comunidad (como la Churra y la Castellana) y que fue reconocida oficialmente en España en el año 2003. Además, el incremento en la producción individual ha llevado consigo cambios en los sistemas de manejo y alimentación y se han establecido programas de mejora con el apoyo de instituciones regionales. Lactancia y recría Por lo que se refiere a los primeros meses de vida de los animales, tanto la lactancia como la recría de las corderas, han sido siempre etapas a las que se les ha concedido poca importancia, a pesar de que estos animales pueden influir de manera importante en el potencial económico de las explotaciones, ya que se trata de las futuras productoras de leche. En este sentido, al incrementar el ritmo de crecimiento de los animales durante el periodo previo a la pubertad se alcanza antes el peso vivo adecuado para la cubrición y, por tanto, se reduce el tiempo en el que el animal se encuentra en el periodo no productivo de su vida, es decir, el que trascurre desde el nacimiento hasta su primer parto. Sin embargo, se ha observado que una elevada ingestión de alimento en estos primeros meses de vida (hasta los 5 meses en el caso de las corderas y los 9 en el de las terneras) puede provocar un excesivo engrasamiento de la glándula mamaria y limitar el desarrollo del tejido encargado de la producción de leche, lo que podría suponer una menor capacidad productiva de los animales. Por otro lado, en las dos últimas décadas se han producido importantes avances en las técnicas de diagnóstico por imagen, como sería el caso de la ecografía y la tomografía axial computarizada (TAC), que podrían aplicarse con éxito al estudio del desarrollo de la glándula mamaria y que además no resultarían perjudiciales para el animal. De esta manera, parece evidente el interés de conocer cómo la alimentación durante los primeros meses de vida puede influir en la producción de los animales. Por ello, en la Estación Agrícola Experimental del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y en colaboración con la Universidad de León, se ha llevado a cabo un trabajo de investigación con el título "Recría de corderas de raza Assaf Española. Efecto de la alimentación entre el nacimiento y los cinco meses de edad sobre el crecimiento de los animales, el desarrollo de la glándula mamaria y la producción de leche en la primera lactación", realizado por Natalia Castañares Castro bajo la dirección de los doctores Gonzalo Hervás Angulo y Jesús S. González Álvarez. En él se observó que, en este tipo de animales, la restricción de la ingestión de sustitutivo lácteo durante la lactancia supuso una mayor ingestión de alimento sólido en este periodo, pero no afectó ni a la ingestión ni al peso vivo de los animales una vez realizado el destete. Por otra parte, una restricción en la ingestión de pienso entre el destete y los 5 meses de edad dio lugar a una mayor ingestión de paja de cebada en ese periodo y una mayor ingestión total de alimento posteriormente, una vez que los animales disponían de alimento a voluntad, lo que ocasionó también un mayor crecimiento en este periodo posterior, al menos hasta la cubrición de los animales, que se realizó entre los 9 y los 10 meses de edad. El nivel de ingestión previo a los 5 meses de edad no afectó ni a la ingestión de alimento ni al peso vivo de los animales durante las fases de gestación y lactación. Ingesta en los primeros meses Además, el nivel de ingestión de energía durante el periodo previo a los 5 meses de edad afectó al crecimiento y desarrollo de la glándula mamaria de las corderas, de manera que tanto el volumen total de la ubre como la cantidad de grasa presente en la misma, medidas mediante TAC fueron mayores, tanto a los 5 como a los 10 meses de edad, cuanto mayor había sido el alimento consumido en las primeras etapas. Sin embargo, la cantidad de tejido productor de leche sólo fue diferente a los 10 meses. La alimentación también influyó en el área de la cisterna mamaria, pero únicamente antes de la gestación, y no durante la misma o la lactación. Finalmente, el distinto nivel de ingestión al que se sometió a las corderas entre el nacimiento y los 5 meses de edad no afectó ni a la cantidad de leche producida durante la primera lactación (1,6 kg/día), ni a su composición química (grasa, proteína, lactosa y extracto seco). Por lo que, a pesar de que se trata de estudios preliminares, parece que la producción de leche de las corderas de raza Assaf Española no se ve afectada por el nivel de ingestión de concentrado durante los primeros meses de vida. Por lo tanto, no sería recomendable, sobre todo teniendo en cuenta el actual precio de las materias primas para la alimentación del ganado, que los animales dispongan del alimento concentrado a voluntad. Así, un ritmo de crecimiento moderado (en torno a 150 gramos diarios) permite que se alcance el peso vivo adecuado para la cubrición a una edad temprana (8-9 meses) y no se alargue el periodo no productivo de los animales.