Diseñan nuevas claves para luchar contra el envejecimiento acelerado

Investigadores de las universidades de Oviedo y Marsella (Francia), han diseñado un tratamiento capaz de aumentar el 80% la longevidad en ratones con envejecimiento acelerado o progeria. Para ello, emplearon una mezcla de medicamentos, ya utilizados en enfermedades cardiovasculares, osteoporosis y cáncer, que consiguió remitir el avance de la enfermedad en roedores. El estudio, que ha sido publicado en la edición digital de la revista Nature Medicine y también en la edición impresa, va acompañado de un comentario editorial que describe el hallazgo como «un hito en el camino hacia el tratamiento del envejecimiento acelerado». El nuevo tratamiento ha consistido básicamente en la administración de estatina (fármaco utilizado para controlar el nivel de colesterol) y de aminobisfosfonatos (empleados para la osteoporosis y de algunos procesos tumorales). Los científicos pudieron comprobar que ratones con progeria mejoraron su estado general, recuperaron peso e incrementaron de forma significativa su longevidad en todos los experimentos realizados. Según ha explicado Carlos López-Otín, director de la investigación, la aplicación inmediata de este tratamiento en seres humanos es posible por la amplia experiencia en el uso de los fármacos incluidos, que apenas tienen efectos adversos. «Aunque desconocemosqué resultado tendrá en humanos, ofrece una oportunidad para niños que en muchos casos no pueden sobrepasar la adolescencia», asegura el científico. Los ensayos clínicos serán dirigidos desde Francia por Nicolás Levy y en ellos participará la mayoría de los pacientes europeos afectados por estas raras y devastadoras enfermedades para la cuales, hasta ahora, no existía ningún tratamiento. Envejecer El tratamiento, además de representar para los afectados una opción muy importante de mejorar su situación clínica y alargar su esperanza de vida, supone un avance desde el punto de vista biológico por la información que puede proporcionar sobre los mecanismos responsables del envejecimiento normal y de sus conexiones con procesos como el cáncer. «Aunque es imposible evitar el envejecimiento, porque es una característica consustancial en nuestra naturaleza, la longevidad es plástica y se puede modular. Tal vez en el futuro se pueda extender un poco la vida en humanos», ha explicado López-Otín. El equipo trabaja ahora en la relación entre envejecimiento y la acción de las células madre. Hace tiempo que se investiga la teoría que afirma que no envejecemos por el paso del tiempo, sino por una especie de mecanismo anticáncer de nuestro organismo. Esto significaría, según el investigador, que las células madre no serían inmortales como algunos creen y dejarían de acudir a la llamada de la renovación de los tejidos y finalmente el organismo envejecería. La progeria está provocada por la mutación de un gen que hace que se acumule una proteína llamada progerina que desencadena un envejecimiento celular excesivamente rápido. Aunque es muy poco frecuente en niños, les hace envejecer rápidamente y la esperanza de vida de los que padecen su forma más común, el síndrome de Hutchinson-Gilford, apenas llega a superar los años. Los síndromes se caracterizan por la aparición precoz de síntomas asociados a edades avanzadas como osteoporosis, pérdida de grasa subcutánea y de pelo y fallos cardiovasculares, entre otros.