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Bernat Soria se muestra escéptico y al igual que otros países de la Unión exige garantías

La libre atención médica en la UE choca con los intereses de los países miembros

La ministra francesa reconoció que «falta mucho por hacer para poder alcanzar el consenso»

Se busca facilitar a los ciudadanos atención médica en los otros Estados

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efe | angers (francia)

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Los ministros de Sanidad de la UE debatieron ayer una propuesta para facilitar a los ciudadanos europeos la posibilidad de recibir atención médica en otro Estado miembro y obtener el reembolso de esos gastos, sin necesidad de una autorización previa de su país de origen. Las medidas, presentadas el pasado julio por la Comisión Europea, pretenden simplificar los actuales trámites, pero no entran en el área de la organización de los sistemas de Salud, que es competencia de los Estados miembros, explicó en rueda de prensa la titular francesa de Sanidad, Roselyne Bachelot-Narquin, cuyo país preside la UE este semestre. La ministra valoró los avances logrados en la reunión informal de responsables de Sanidad celebrada entre el lunes y ayer en Angers (noroeste de Francia), pero reconoció que todavía «queda mucho trabajo» y cuestiones que resolver para llegar a un consenso. Entre ellas, mencionó la necesidad de establecer los supuestos en que los países podrán aplicar una cláusula que les permita exigir una autorización previa para el caso de la asistencia hospitalaria que obligue a un ingreso de varios días. También habrá que perfilar las definiciones de algunos conceptos, como el de «cuidados hospitalarios», añadió. Por su parte, el ministro español de Sanidad, Bernat Soria, explicó que España valora la propuesta comunitaria, pero precisó que, al igual que otros países, considera que se deben introducir algunas precisiones para garantizar que los servicios sanitarios «reúnan las condiciones de garantía». Además, indicó, se tendrán que limitar algunas de las prerrogativas previstas, que entran en el campo de las competencias nacionales. El objetivo de la propuesta es hacer realidad el derecho a la libre circulación de los pacientes en la UE, reconocido en el Tratado europeo, pero cuya puesta en práctica choca en la actualidad con numerosos obstáculos. La principal novedad es que generaliza el principio de que no hace falta una autorización previa para poder recibir atención médica en otro Estado y después recuperar esos gastos, siempre y cuando el tratamiento esté cubierto por la Seguridad Social del país de origen del paciente. El reembolso equivaldrá a los costes a los que el ciudadano habría hecho frente de haber recibido atención médica en su país y tendrá en cuenta los medicamentos prescritos en el extranjero, siempre que estén autorizados en su territorio. Los Estados que lo estimen conveniente podrán establecer acuerdos entre sí para pagar directamente a los hospitales y evitar así que el paciente tenga que adelantar unos costes que en ocasiones podrían ser muy elevados. La propuesta de directiva sobre «Servicios sanitarios transfronterizos» prevé que los países que temen al impacto de estas medidas en sus sistemas de Salud puedan aplicar una cláusula que les permita exigir una autorización previa para el caso de la asistencia hospitalaria que obligue a un ingreso de varios días. La comisaria europea de Sanidad, Androulla Vassiliou, hizo hincapié en que la propuesta, que busca que todos los países definan unas normas comunes sobre seguridad y calidad, no pretende armonizar la organización de los sistemas sanitarios nacionales ni modificar sus reglas de gestión.