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Una normativa estatal permite adoptar medidas contra colisiones y electrocuciones

Los tendidos eléctricos provocan la muerte de más de 30.000 aves cada año

Águilas, buitres, cigüeñas y aves acuáticas, entre las especies más afectadas

Publicado por
T. Fernández - león
León

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La electrocución y el choque contra las líneas de alta tensión provocan la muerte de 30.000 aves al año, lo que se convierte, junto al uso de cebos envenenados, en la primera causa de muerte de la avifauna. Esta se ha incrementado de forma alarmante durante los últimos años debido a la creciente demanda de energía eléctrica que ha exigido un aumento del número de líneas y tendidos eléctricos instalados en el medio natural. Tanto es así que se ha convertido en el principal problema de conservación para especies tan emblemáticas como el águila imperial ibérica, el águila-azor perdicera u otras grandes rapaces. Un Real Decreto, recientemente aprobado, como objetivo reducir los riesgos de electrocución y colisión en líneas eléctricas de alta tensión que se ubiquen en las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA), y en los ámbitos de aplicación de los planes de recuperación y conservación para las especies de aves incluidas en el Catálogo Español de Especies Amenazadas o en los Catálogos autonómicos. Afectará, igualmente, a las áreas prioritarias de reproducción, alimentación, dispersión y concentración local de aquellas especies de aves incluidas en el citado catálogo, o en los catálogos autonómicos, cuando dichas áreas no estén ya comprendidas en los anteriores supuestos. El texto establece medidas de protección contra la colisión y contra la electrocución, que se aplican, con carácter general a las líneas eléctricas aéreas de alta tensión de nueva construcción y a sus modificaciones, así como a las líneas existentes a su entrada en vigor, respecto de las medidas de protección contra la electrocución. No obstante, para estas instalaciones, las medidas contra la colisión serán de aplicación voluntaria. Se prevé, asimismo, un régimen transitorio de adaptación para las instalaciones que tengan el proyecto pendiente de aprobación o que teniéndolo aprobado aún no hayan entrado en funcionamiento. Soluciones La electrocución se produce principalmente en los momentos de aproximación o despegue del ave al ponerse en contacto, a través del cuerpo o las alas, dos fases o una fase y tierra.En el caso del águila imperial, sólo en el periodo 1991-2003 murieron electrocutados al menos 68 ejemplares (la población actual reproductora está compuesta tan sólo por algo más de 200 parejas), cifra que representa más del 50% de la mortalidad no natural de la especie. La electrocución también afecta a águilas reales, culebreras, calzadas, milanos, azores, ratoneros, cigüeñas y búhos reales. Para evitarlo, las compañías eléctricas aíslan con cinta termorretráctil las estructuras y los cables en las zonas próximas de apoyo de las aves y se amplía la distancia entre los mismos. También se implanta un nuevo modelo de cruceta que impide a las cigüeñas construir sus nidos en los apoyos eléctricos. En cuanto a las colisiones, se registran sobretodo en las zonas de paso a lagunas, humedales o vertederos. Suelen producirse en las horas del crepúsculo, aunque la presencia de niebla o lluvia aumentan el número de incidentes. Para paliar este problema,se han señalizado cientos de kilómetros de cables, ubicados en los puntos negros de la red, con espirales de plástico de colores fluorescentes que simulan aves en vuelo, que aumentan la visibilidad de los cables evitando los choques, no sólo a las aves, también a las alas delta, helicópteros o avionetas.

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