| Crónica | Premio Príncipe de Asturias de la Concordia |
Betancourt, un ejemplo
La ex candidata presidencial, nombrada acreedora del Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2008, en representación de todos aquellos a los que la violencia arrebata su libertad
Ingrid Betancourt, la ex candidata presidencial colombiana liberada hace poco en la selva de las garras de las Farc, personifica a todos aquellos a los que la violencia arrebata su libertad y, como tal, es acreedora del Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2008. Premiándola a ella se homenajea a «todos aquellos que en el mundo están privados de libertad por la defensa de los derechos humanos y la lucha contra la violencia terrorista, la corrupción y el narcotráfico», según el jurado presidido por el jefe del Gobierno asturiano, Vicente Álvarez Areces. El fallo destaca «la fortaleza, dignidad y valentía» con las que Ingrid Betancourt (Bogotá, 1961) se enfrentó a seis años cautiverio. Además «quiere solidarizarse con todas aquellas personas que padecen las mismas dramáticas e inadmisibles condiciones que ella ha sufrido, así como con aquellos gobiernos que, al igual que el Gobierno de Colombia, trabajan por la consolidación del sistema democrático y las libertades cívicas». Tras difundirse el fallo, la galardonada hizo llegar a la Fundación de los Premios un comunicado con su gratitud e «inmensa emoción» ante la noticia. Sé que no merezco semejante distinción y la recibo con mucho respeto y humildad», recalca. El premio supone «un feliz presagio para quien sí la merece, mi amada Patria, Colombia, sedienta de Concordia y Paz». Anuncia que lo recibirá en octubre en la ceremonia de entrega en Oviedo «en nombre de mis compañeros secuestrados, aquellos que están esperando su turno para la libertad, y con mucho amor, en nombre de mis compañeros que no volverán, aquellos que murieron en la selva». Entre estos últimos cita a Guillermo Gaviria, Gilberto Echevarri, los 11 diputados del Valle del Cauca y el Mayor Guevara.