CRÉMER CONTRA CRÉMER
¿Quién mató a Benazir Bhutto?
NO SE SABRÁ NUNCA LA VERDAD porque vivimos en un mundo de asesinos, de mercenarios de la muerte, de montajes políticos dedicados al exterminio de aquellos que estorban en la conclusión de planes criminales. La señora Benazir volvía a su país después de haber sido desterrada, ya de luto por la muerte alevosa de su padre, de sus hermanos en las tierras de acogida de la Britania eterna. Se disponía a gobernar en una tierra, el Pakistán que siembra tempestades de contínuo y que endereza su menester no ya a conseguir el mínimo de libertad y de felicidad que su pueblo necesita y merece, sino a abrirse camino hasta dar con el poder absoluto. Vivimos un tiempo de absolutismos criminales, aunque los unos y los otros intenten disfrazar la verdad con frases sonoras y tramposas destinadas solamente a pueblos sometidos. Y Pakistán lo es tan desde que a un señor de espada y horca al costado le dio por declarar su condición de redentor, de salvador. De salvadores de patrias está sembrado el mundo. Y es rato el poder político que no esté asentado en falsedades, en rigorismos castrenses y en violencias raciales¿ La señora Bhutto estaba destinada a una combinación política de pacto con el matador y los miembros de algunas de las muchas facciones de malhechores de la ley, se sintieron burlados por la decisión de la candidata a gobernar, en un país en el que todavía y con la bendición de todas las religiones habidas y por haber, no se acepta fácilmente la preponderancia de la mujer en la dirección política de sus poblados. Nos estamos cargando de una forma o de otra cualquier forma de instalación de la razón, de la justicia y de la verdad, como instrumentos indispensables de gobierno, y no sabemos o no nos interesa salir de una situación tan escabrosa. Nos recuerda a los españolitos madre les guarde Dios, aquellos tiempos en los cuales un generalito galaico-africano se hizo con el poder para lo cual no necesitó obtener la aquiescencia del pueblo sino la disposición de los matadores. Y así que consiguió dominio total, inició lo que se dio en llamar democracia orgánica, que era una democracia como la del general Musarraf, que gobernó tiempo y tiempo sobre un montón de cadáveres y un sinfín de manipulaciones combinadas. Así es la vida Don Juan, y otros vendrán que buenos harán a estos seres de extravío y muerte. De modo que la muerte de la líder de la oposición en el Pakistán, murió porque estaba escrito, tenía que morir, como murieron sus hermanos y su padre y como morirán sus hijos si se deciden a cubrir los ensangrentados vacíos que dejaron sus familiares. Un muerto más ¿qué importa al mundo?, dirán los profesionales del tiro en la nuca o de la muerte anunciada. Y el mundo, este mundo nuestro poblado de muertos, seguirá inventándose frases, reglas, trampas para seguir al frente de esa misteriosa cuadrilla de asesinos que inundan el mundo en formas distintas¿ ¿Qué hacer para acabar con este mal estado de cosas? Se conocen medios, leyes y disposiciones mediante cuya aplicación pudieran corregirse estas páginas negras del libro de la historia del mundo, pero nadie se decide a su aplicación, quizá porque en el fondo de sus conciencias, de las conciencias de los que tienen la responsabilidad de defender la paz, vibra algún sentimiento de revancha, de envidia, de intereses bastardos que obligan a seguir matando. La pretendiente a establecer en su tierra de nacencia un sistema más digno, justo y generoso ha sido asignada a escopetazo sucio, a dinamita vil por quienes no estaban dispuestos a permitir su presencia y su asistencia en la gobernación de un pueblo sin piedad y sin libertad. ¡Joer, qué vida! Cantero de la cantera/ de Rentería/ ¡a ver si das con la veta/ de la alegría!