Cosas de aquí | Enseñas de la nuestra tierra
Bandera de cada aldea, bandera de León
Llega a su fin la Biblioteca Leonesa de Tradiciones: mañana, el Diario entrega el último libro, sin duda uno de los más espectaculares: «Los pendones», de Alejandro Valderas
La visión de los enormes y coloristas pendones leoneses ondeando al viento, desfilando majestuosos entre las mieses, las campas o las avenidas, tiene siempre algo de poderoso, de subyugante. Una especie de ritual que recuerda tiempos antiguos. En otro lugar escribí que el pendón, junto con el concejo y la iglesia parroquial, «forma parte de la tríada de elementos esenciales que existieron y existen en todos los pueblos y aldeas leonesas. Es símbolo de la independencia, identidad y permanencia de una comunidad humana concreta, enseñorea las fiestas y procesiones, y su enorme tamaño y la habilidad que se requiere para portarlo hace que sean espectaculares, bellos y además, únicos en todo el mundo». La Biblioteca Leonesa de Tradiciones, que ha venido llevando a los hogares de esta tierra, cada sábado, todas nuestras costumbres y patrimonio etnográfico, se despide mañana con Los pendones , del historiador Alejandro Valderas, al precio simbólico de 1,80 euros. Presentes en todas las comarcas de la provincia leonesa, nexo común desde el Bierzo hasta el Cea, los pendones viven actualmente un momento de expansión y dignificación: cada vez son más los pueblos que los recuperan, restauran y exhiben, y su orgulloso paseo y baile ha visitado ya, en calidad de embajadores de León, ciudades como Bilbao, Santiago de Compostela o Sevilla. «Perdida en la noche de los tiempos su vinculación militar, los pendones han ido ocupando un puesto de singular preponderancia en toda suerte de actos públicos. Los pendones de León son, hoy como ayer, la expresión de la identidad de cada uno de nuestros pueblos, mucho más que una bandera local», escribe Alejandro Valderas, investigador, archivero y autor de una docena de libros y de más de cuatrocientos artículos relacionados con la historia y la cultura propia de las tierras del viejo reino.