Diario de una aventura Desafío extremo Makalu (8.463 metros)
En el valle de los sherpas
Aquí en Namche Bazar, la capital de los sherpas, a 3.500 metros de altura, un pueblecito encantador colgado de un risco, preparamos el ataque al Makalu
Hola amigos, ya estoy de nuevo en Nepal. Para mí venir a Nepal es como ir a mi pueblo: volver a ver amigos nepalíes y esas grandiosas montañas que sólo existen en el Himalaya del Nepal. Mi siguiente desafío es escalar el Makalu, de 8.463 metros de altura, la quinta montaña más alta del mundo. Está situada en un lejano lugar de difícil acceso y muy aislada. Voy a filmar junto a mi amigo y mejor cámara Emilio Valdés, un nuevo programa para la serie Desafío Extremo que podréis ver próximamente en Cuatro TV. Hemos comenzado rodando en Katmandú una historia diferente a lo que suele filmarse de esta curiosa ciudad. No habrá tantos monumentos ni maravillosas puestas de sol, queremos contar la historia de nuestros amigos los sherpas. Ellos que están acostumbrados al aire limpio y los grandes espacios abiertos, y ahora viven hacinados en pequeñas habitaciones familias enteras sin ninguna vista que no sea el tejado del vecino o los montones de basura que se acumulan por todas las esquinas, y además este año se les ha complicado aún más la vida al cerrar los chinos el Tíbet a los sherpas y no poder ganar dinero llevando a los expedicionarios como nosotros a escalar las grandes montañas por la parte tibetana, donde desarrollan exactamente la mitad de su trabajo y por lo tanto de su fuente de ingresos. Se da la casualidad de que la montaña de ocho mil metros más fácil de escalar y que atrae a muchos escaladores es el Cho Oyu y allí trabajan muchos sherpas; pues este año nada de nada, ésta es una de las cosas que ha traído las olimpiadas al Nepal un cierre brutal de fronteras y cero trabajo para los sherpas que escalan estas enormes montañas, e incluso por la parte de Nepal también poco trabajo, para los sherpas especializados en el Everest que es donde más dinero se gana pues los tentáculos de los chinos se extendieron hasta el Nepal y nadie pudo intentar la cima de la montaña más alta del mundo hasta que las autoridades chinas dispusieron. Las olimpiadas para unos son buenas y para otros nefastas. Sin los sherpas nadie subiríamos a ninguna parte, son los artífices en la sombra, de que nos anotemos los occidentales las glorias de las montañas más altas del mundo, cuando son ellos y nadie más que ellos los que nos portean todo el material y nos ayudan a abrir las complicadas y expuestas rutas que dan acceso a las cimas. Queremos conocer sus problemas, tanto en Katmandú donde son contratados por las diferentes agencias, y también en su lugar de origen que es el Solu Kumbu, la tierra de los sherpas donde no hay polución y los espacios son gigantescos con montañas inconcebibles por sus dimensiones. Ya sabéis que siempre tenemos buen rollo y todo nos lo tomamos con humor, tanto Emilio como yo, así como nuestro especial invitado que es un auténtico apagafuegos que todo lo soluciona: Phuntchok. Después de una semana aproximadamente que estaremos en el Solu Kumbu, regresaremos a Lukla y un helicóptero nos llevará a las cercanías del campo base del Makalu, en ese valle tan asilado y alejado de cualquier lugar, donde coincidiremos con otra expedición de españoles. Ahora os escribo desde Namche Bazar, mañana empezaré a visitar las aldeas de los sherpas, y os lo iré contando, a la vez que nos aclimatamos. Será una aventura larga pero gratificante, la de caminar una vez más por el Himalaya, con sus paisajes grandiosos y no menos sus gentes hospitalarias, fuertes y honestas: los sherpas. No os perdáis mis siguientes crónicas, de nuevo escalando un ocho mil, es de lo que más me motiva a pesar de saber que puedo dejar la vida en ello, pero eso es parte de esta emocionante aventura de superación límite. ESCRIBE: Siga la aventura en: www.jesuscalleja.es