Cosas de aquí
Papá cambia los pañales
La Concejalía de la Mujer organiza un taller para que los hombres asuman y disfruten de los cuidados de sus criaturas, especialmente en el período del nacimiento a los tres años
Lo dice el Código Civil en el artículo 68: «Los cónyuges están obligados a vivir juntos, guardarse fidelidad y socorrerse mutuamente. Deberán, además, compartir las responsabilidades domésticas y el cuidado de atención de ascendientes y descendientes y otras personas dependientes a su cargo». La nueva fórmula de casamiento ha sido ungida por la Ley de Igualdad y por encima de la repetición mecánica del ritual de la ceremonia, ya sea civil o religiosa, hace falta que se convierta en realidad. Que los hombres rompan roles y se apunten al cambio desde el principio, que es algo más que pañales. Más allá de las leyes, la Concejalía de la Mujer del Ayuntamiento de León pretende mostrar a los hombres los placeres de la crianza, descubriendo que el secreto de dar el biberón tiene algo de técnica y de emoción. Con ayuda de la Junta de Castilla y León, el ayuntamiento leonés organiza el primer taller de corresponsabilidad familiar en cuidados de menores de 0 a tres años que se celebrará entre el 29 de septiembre y el 10 de octubre. A lo largo de seis módulos, y guiados por un matrón y una matrona, una psicóloga y una agente de igualdad, los hombres, ya sean padres o aspiren a serlo, se adentrarán en aspectos básicos del cuidado como la alimentación, el baño y el sueño. También recibirán lecciones prácticas y teóricas de educación para la salud, estimulación basada en psicología evolutiva y prevención de accidentes y seguridad infantil. El taller incluye otros dos módulos dedicados a aspectos teóricos y prácticos sobre la igualdad de oportunidades y a la negociación familiar para reforzar las estrategias de reparto de tareas y disfrute del tiempo libre en la pareja. Y es que la falta de corresponsabilidad familiar supone para las mujeres asumir «doble jornada» si trabajan fuera de casa o perder la oportunidad de desarrollarse profesionalmente si lo desean. «Nuestra intención es incorporar a los hombres a tareas que tradicionalmente no han realizado, en primer lugar, porque existe un mandato legal, pero también porque ninguna persona por razón de rol social tiene que ser privada de su capacidad de desarrollo personal», precisa la concejala Teresa Gutiérrez. Empezar a vivir los afectos desde el primer día del nacimiento de un hijo es una «gran oportunidad» -añade- para que los hombres «aprendan a vivir las afectividades de una manera positiva y decubran un mundo que hasta ahora les ha sido casi vedado por el rol tradicional». Hay que inscribirse en el Registro Municipal y en la Oficina Municipal de Información a las Mujeres (avenida Padre Isla, 57, A) hasta el 26 de septiembre.