Rumbo a nuestro objetivo

Me quedo atónito, hoy en un solo día ya me han dicho varias veces que me ronda un grave peligro, y puede que sea este ocho mil, pero tengo la determinación de intentarlo, y lo que sí prometo es que si leo, o Pasang mejor que yo, lee esas señales lo abandonaré sin vacilar. Nos despedimos entre risas y también lágrimas, ha sido toda una experiencia conocer de cerca al pueblo sherpa. Al día siguiente empezamos una larga caminata de ocho horas desde Thame adentrándonos en un espeso bosque de rododendros, el árbol nacional del Nepal, envueltos en una tétrica y espesa niebla, en busca del último de los hotelitos de mi amigo Sonam. Éste es el de mayor altura a 4.250 metros, y de difícil acceso, lo normal es que los turistas lleguen en helicóptero, y no a lo largo de esta tediosa caminata, que nos obliga a echar las manos en más de un lugar con un profundo abismo a nuestros pies mientras damos unos pasos delicados y expuestos. La ruta no tiene desperdicio, de bella y difícil. Nos parece increíble que exista un hotel al final, pero justo en las faldas de la montaña Kongde de 6.400 metros de altura se encuentra este increíble y único hotel desde donde se ven unas vistas fantásticas del Everest, Lhotse, Ama Dablan, etc.. Ha merecido la pena llegar aquí, aunque nos enteramos que existe otra ruta mucho más sencilla aunque de gran desnivel desde la parte baja del Solu Kumbu. De todas formas Emilio, Phuntchok, y yo, no cambiamos la ruta que nos ha traído hasta aquí. La idea original era ascender por encima de los 5.000 metros para aclimatar, pero las incesantes lluvias, tormentas y nieblas espesas nos han obligado a permanecer dos noches en este hotelito aislado de cualquier aldea, aclimatando a tan solo 4.250 metros. Esto será un problema, pues hoy día 16 de septiembre hemos descendido de nuevo a Lukla a 2.800 metros, y mañana volaremos en un helicóptero que hemos alquilado para alcanzar una altura de 4.800 metros cerca de nuestro campo base final a 5.600 metros. Por lo que amigos en tan solo dos días estaremos a 5.600 metros durmiendo en el campo base avanzado, y estoy seguro que nos reventará la cabeza, nos vamos a enterar bien de lo que es la altura... A las 6 de la mañana en pie y a las 7.30 estaremos volando desde Lukla en un pequeño helicóptero los cuatro, más 100 kg de peso. Este nos dejará a 3.800 metros. Nos bajaremos dos, más la mitad de la carga, y de nuevo despegará para ater rizar a 4.800 metros, después descenderá recogerá a los otros dos y el resto de la carga y les dejará a esos 4.800 metros, y se irá a Katmandú. Todo tiene que ser preciso y rápido, porque las nubes en esta época de monzones crecen muy rápido y son muy peligrosas, el vuelo seria fatal, de hecho hay dos helicópteros estrellados en el campo base, más uno desaparecido con 21 sherpas a bordo. Dicen que es el vuelo más peligroso del Nepal por la altura extrema, y las grandes montañas por todos lados, aunque lo peor, es el tiempo cambiante a cada segundo. Esperemos que no ocurra nada y también que el dolor de «pelota» se me pase, pero un pepinazo en helicóptero te manda para el otro barrio. Estar atentos que pronto sabréis cómo nos fue. De momento estaremos solos a once días caminando del lugar más cercano a la civilización, a los pies del Makalu, la quinta montaña más alta del mundo. ESCRIBE: Siga la aventura en: www.jesuscalleja.es