Diario de León
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LUIS ARTIGUE
León

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EN LO QUE SE REFIERE A LA POESÍA no todo es claridad, y exactitud, y lógica, y orden, y tradición única, y academicismo: también hay irracionalismo, e imaginación sin paliativos, y desorden estimulante, e informalidades prerrevolucionarias... En lo que se refiere a la poesía también hay libros fuera de lo común como el recién publicado La Casa Roja (Editorial Calambur) que firma la pluma de urogallo de Juan Carlos Mestre. Y es que cuando la corriente surrealista surge en el París de las vanguardias como reacción a la cultura francesa cartesiana, propone no sólo una forma heterodoxa e iconoclasta de vivir y ver el mundo; también un nuevo modo de crear pues consideran, por ejemplo, que no se puede seguir escribiendo poesía del mismo modo después de Rimbaud y los descubrimientos de Freud. Esta nueva manera visionaria y libertaria de escribir poesía apelando más a la intuición que al entendimiento cala hondo en Hispanoamérica. Simultáneamente llega también a nuestro país sobre todo a través de la Generación del 27, aunque ha proseguido con enorme altura gracias a la obra imprescindible de poetas de la promoción posterior como Antonio Gamoneda, Diego Jesús Jiménez y Carlos Edmundo de Ory (¿no es ya hora de que las altas jerarquías premien la trayectoria de Ory, el mesiánico príncipe de la subversión?). Ya en los años ochenta del pasado siglo, y en medio de una supremacía cuantitativa del realismo que aún abunda en la poesía española, surgieron algunos nombres renovadores que, amparados en un lenguaje transgresor cercano a los postulados surrealistas, supusieron un soplo de aire nuevo para nuestra lírica: entre esos nombres destacó luminosamente el del poeta Juan Carlos Mestre. Mestre había empezado a sorprender con un libro imaginativo y prolijo en intertextualidad y referencias culturales - La Visita de Safo -, para pasar a destacar con una conmovedora y original revisión nostálgica de la poesía arraigada - Antífona del Otoño en el Valle del Bierzo -, a la cual siguió un deslumbrante libro de poemas en prosa - La Poesía ha Caído en Desgraci a-. La línea de la poesía en prosa, tan celebrada por la crítica, llega a una cumbre de hermetismo luminoso en La Tumba de Keats , y se ve ahora acrecentada e intensificada con este libro que acaba de llegar a las librerías diez años después del anterior -buena forma de huir de la indolencia creativa es la calma; ¡quién la tuviera!-. La Casa Roja , en cuyo significativo título están presentes tres de los componentes temáticos más importantes del conjunto -la intimidad, la hospitalidad judaica y la verdadera ideología- es un libro extenso y de largo aliento en el cual aparecen en buena medida las claves que han caracterizado toda su obra poética salvo la ironía, que es el punto de giro sorprendente, desconcertante e iluminador que este nuevo libro aporta a la consolidada voz de Mestre. Pero se trata de una ironía sutil y aguda presente en ciertos poemas -aunque cruza transversalmente el conjunto-, la cual se convierte aquí en acerado instrumento crítico que barandea líricamente nuestras conciencias y posicionamientos sociales. De todas formas este toque nuevo en la lírica del autor no hace que su poesía deje de lado los puntos cardinales de su quehacer poético tales como la radiante imaginación, el cosmopolitismo panteísta y su constante acercamiento a la tradición vanguardista, al judaísmo y a la revisada y actualizada poesía social. Hay algo en la anterior poesía de Mestre que podríamos definir como una suerte de éxtasis lúcido. Además ahora en La Casa Roja el lector encontrará cierta irreverencia liberadora capaz de desatar nudos mentales... Porque, como instrumento de control, abunda lo rutinario, lo estructurado, lo homogéneo, Juan Carlos Mestre nos invita a entrar en su libro; en su casa¿ Venga, pasen¿ El fuego está encendido e ilumina.

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