Sahagún es un gran circuito urbano

Dos ruedas facundinas Moto Club Garigolos, Ayuntamiento de Sahagún, Centro de Iniciativas Turísticas y numerosas firmas comerciales de la localidad facundina han hecho posible una nueva edición de la concentración motera jacobea, que se repite por sexto año, según informa Acacio Díaz . Por sólo 25 euros de inscripción, la organización obsequia a los participantes con una cena, el desayuno y la comida del día siguiente, una camiseta, el pin conmemorativo, reserva de espacio para la acampada y premios por valor de 1.500 euros a dividir entre las diferentes pruebas. Las calles y plazas de Sahagún presentan estos días el aspecto que la organización perseguía, obsequiar a los visitantes con un lugar donde la diversión y el desenfado no tienen límites. Para que todo resulte más fácil, bares restaurantes cafeterías, y pubs lucen en lugar visible el distintivo que indica su colaboración en esta nueva edición concentración motera. Visita de las Siete Palabras La concejala de Turismo y Fiestas, Susana Travesía, recibió ayer al abad de la Cofradía de las Siete Palabras, Fernando Paramio. Travesí estuvo acompañada en la visita oficial del coordinador de la Semana Santa en el Ayuntamiento, Javier Álvarez Nogal. El encuentro sirvió para que el nuevo abad se presentara y dieran a conocer a la concejala la revista que la cofradía edita. Huertos bien tallados La fiesta de la recolección rindió homenaje en los huertos de ocio de La Candamia a los oficios de la madera con una exhibición de artesanos de diferentes generaciones y especialidades. José Luis Rodríguez Morán, ebanista jubilado y beneficiario de una de las parcelas, realizó un arca de colas de milano con madera de pino; Ricardo Cambas, del centro de los oficios mostró un ejemplo de los trabajos de artesonado de las iglesias; Pablo Eduardo García, se afanó con una talla artística con el escudo de los huertos de la Concejalía de Medio Ambiente y Domitilo García Simón, artesano de Castrocalbón, mostró su destreza en la confección de castañuelas, cucharas y otros pequeños y bellos utensilios. Los huertos fueron también el escenario de un «hilorio» (filandón, serano...) protagonizado por los hortelanos jubilados y los apertos de labranza. Husos, ruecas, castañuelas, arados y cerdas fueron el hilo conductor de historias y curiosidades en las que se evocaban las faenas del campo. La fiesta culmina hoy con una convivencia en la que habrá misa, comida (con concurso de croquetas), vino y baile al son de Aires de León .