Los sabores más tradicionales de León sazonaron la jornada y la degustación de morcilla y chorizo de San Froilán congregó frente a las Carbajalas a una multitud que no dudo en catar lo más típico de la gastronomía leonesa.
Los bares del Barrio Húmedo bullían de gente y ante el paso de los carros cargados de chorizos, uvas y de los mejores productos de la tierra era inaguantable reprimir el apetito.
El desfile de los 16 carros tirados por burros, 16 más impulsados por vacas y el mismo número movidos por caballos avanzó por las calles más típicas de la ciudad durante casi cuatro horas para detenerse detrás de la centenaria iglesia del Mercado y lucir sus adornos y trabajos ante la atenta mirada de los muchos curiosos y de los jueces del concurso.
Alrededor de 150 pendones lucieron sus colores en el trayecto entre el paseo Sáenz de Miera y la Plaza Mayor. Las enseñas de los pueblos caminaron orgullosas por el corazón de la ciudad luciendo el fulgor de sus dorados, rojos y verdes ante la admiración de miles de paisanos y extranjeros.
Durante todo el recorrido los pendonistas rivalizaron en maña y gallardía portando las banderas con bailes y malabares de probada destreza. Los más fuertes lo bailaban con las manos en la espalda mientras otros trepaban a lo alto de mástil. Finalmente, los jueces estimaron que quienes más destreza habían demostrado fueron los pendonistas de la asociación del pueblo de Turienzo Castañero.
El Cabildo catedralicio rechazó la oferta del consistorio de darle un huerto y un bocadillo de tortilla de chorizo si aceptaba que el tributo de Las Cantaderas es libre y no obligartorio.
La disputa, que acumula un año más para la historia de una fiesta que está a la espera de ser nombrada de Interés Turístico Nacional, no se destrabó ni cuando el representante del regimiento ofreció al Cabildo catedralicio, si reconocía el gesto como oferta, «un huerto en el que poder cultivar los frutos que se traerán después a La Virgen», como marca el voto. «Yo me comprometo a gestionárselo.
Las licencias del Ayuntamiento las tramitamos nosotros; ustedes tramiten las de la Junta, que les hacen más caso. Pero tengan cuidado de no poner en la solicitud huerto solar, que a lo mejor tardan más de un año y volvemos aquí sin que se lo hayan dado», ironizó Canuria, quien metió en la historia la polémica de la trama solar en la que se han visto implicados varios cargos de la administración autonómica en León.
¡Pero a buen sitio fue a poner el huerto! «No quiera comprarnos la libertad, la voluntad y casi la conciencia», le reprochó el portavoz del Cabildo de la Catedral, Mario González, quien demostró «en campo contrario», con actas del siglo XVI del consistorio municipal, que el regimiento reconocía que había «penetrado en el ayuntamiento la obligación» del tributo.
El público asistente no dudó en vestirse de época para asistir a las Cantaderas, uno de los actos principales de las fiestas de San Froilán.
Por las calles del casco antiguo y en el escenario dispuesto en la Plaza del Grano se pudo disfrutar de la actuación de diversas agrupaciones de bailes de toda la provincia.