Diario de León

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En la salud y la enfermedad

Manuel Díez, de 83 años, recibe hoy el premio a la trayectoria vital otorgado por la Junta por su dedicación al cuidado de su mujer, enferma de alzhéimer hace 21 años

Manuel, junto a su esposa Basilia | Javier

Manuel, junto a su esposa Basilia | Javier

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Carmen Tapia - León
León

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Veintiún años de amor y enfermedad quedaron plasmados en una fotografía que sirvió de campaña publicitaria para la Ley de la Dependencia hace un año. El leonés Manuel Díez, que hoy recibe el premio a su trayectoria vital, concedido por la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, cuida de su mujer enferma de alzhéimer desde que en el año 1991 le fue diagnosticada la enfermedad. Pese a servir de reclamo, Manuel espera todavía que lleguen las ayudas de la Ley de Dependencia, «he solicitado una residencia, pero no me han contestado de la Junta, no hay plazas», dice. «Es una enfermedad muy triste para contarla, y verla, todavía peor», relata este hombre que tiene grabada en vídeo la evolución de la enfermedad de su mujer, desde los momentos más duros de los comienzos, con gritos nocturnos, agresividad y frases repetidas hasta la saciedad por la enferma. «Lo pasé muy mal, pero ahora es como una niña grande». Los primeros síntomas de Basilia llegaron cuando los médicos aún desconocían casi todo sobre una dolencia neurodegenerativa que se manifiesta con deterioro cognitivo y trastornos conductuales. La enfermedad suele tener una duración media aproximada de 10 o 12 años, por eso el de Basilia es uno de los pocos que existen en España, al haber superado ya los veinte años de enfermedad. «Estuve cinco años en las consultas de los psiquiatras. Ella se inventaba cosas sobre mí y los médicos la creían. Después de un tiempo les dije a los médicos que yo no podía seguir así, que nada de lo que decía ella era verdad y tenían que creerme. Entonces nos hicieron un test y vieron que algo fallaba. Le mandaron un scaner y se dieron cuenta de lo que pasaba». El médico le dio un parte con el nombre maldito: alzhéimer. Los especialistas no le explicaron nada. Se compró un libro y se informó. Pero ese no fue el único golpe. Basilia ha superado un cáncer de ovarios y otro de pulmón. Manuel describe que las alteraciones en el comportamiento de su mujer aumentaban con cada sesión de radioterapia. «Fue muy duro, pero ella no recordaba sus operaciones», dice. Fue en el año 1994 cuando Basilia empezó su rehabilitación en el centro asistencial de la Asociación de Familiares del Alzhéimer, para quien Manuel sólo tiene palabras de agradecimiento. «Me han ayudado mucho. Estudiaron mi situación económica y me ayudan». Recibe la ayuda de una asistente municipal una hora al día. Fue la asociación la que le propuso para el reconocimiento que recibe hoy del consejero de Familia e Igualdad de Oportunidades, César Antón, en un acto en el Auditorio, en el que se entregarán los premios «Mayores Castilla y León».

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