La caza furtiva de elefantes africanos puede llevarles a la extinción en quince años

Según concluye un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Washington, dirigidos por el biólogo Samuel Wasser y publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, la caza indiscriminada de elefantes africanos con el fin de conseguir el marfil puede llevar a la desaparición de la especie en el año 2020. Ante esta situación, los científicos han desarrollado un sistema que permite conocer el ADN de los colmillos y saber de qué área concreta procede el animal y, por tanto, en que lugar actúan los cazadores furtivos. Con estas pruebas se está al corriente de cómo se desarrolla el mercado negro de colmillos cuando las fuerzas de seguridad se hacen con un alijo, y dónde actúan los furtivos, ya que muchos de ellos trasladan el marfil conseguido de un país a otro para aludir la ley. Gracias a este sistemase descubrió, por ejemplo, que 6,5 toneladas de marfil incautadas en Singapur en el año 2002 fueron transportadas desde Zambia, un dato que aportó el ADN del marfil. Otro caso solucionado fue el de un envío realizado hace dos años de 3,9 toneladas interceptadas en Hong Kong. En un principio se creyó que procedía de Camerún, pero el ADN mostró que los elefantes eran Gabón. El marfil, destacan los científicos, no está presente en una amplia área geográfica, por lo que es más fácil de detectar dónde se centra el mercado negro de este material y los cazadores suelen tener siempre manadas específicas a las que atacar. Durante el último año la mortalidad de los paquidermos africanos ha aumentado un 8% como consecuencia del crecimiento del mercado del marfil, a pesar de que éste se prohibió en 1989 a través de un tratado internacional. Por esta razón, la especie ha pasado a formar parte de la lista de especies en peligro de extinción, estando prevista su total desaparición en poco más de una década si continúa la situación actual. Según ha afirmado Samuel Wasser, la población actual de elefante africano está por debajo del medio millón, y si sigue esta tendencia, los elefantes sólo existirán en áreas cercadas y bajo supervisión humana, donde puedan ser protegidos de los cazadores furtivos. Para solucionar esta situación, el científico que las autoridades pueden realizar mayores esfuerzos por centrar la vigilancia en las zonas donde se producen las matanzas y acabar con el contrabando de marfil, ya que hasta ahora sólo se ha conseguido frenar un 10% de esta actividad.