Para entrar en el Cuerpo hay que dejarse el alma

A los asturianos los delata el acento. A los gallegos, las sempiternas camisetas del Deportivo. Una sudadera naranja de la «Carrera de la Mujer en Palencia» no deja demasiadas dudas sobre la procedencia y entre la pléyade de castellanos, también se deja ver algún leonés que de momento todavía no tiene que pedir perdón porque por una vez le traigan algo a casa. Pero todo se andará. A razón de 500 aspirantes diarios, 3.500 alumnos de las academias que preparan a los policías del mañana se examinan desde el pasado martes y hasta el próximo jueves en las instalaciones del Estadio Hispánico para saber si son aptos en el apartado físico. A grosso modo, basta con cubrir 2.000 metros en menos de ocho minutos, saltar algo más de medio metro en vertical, hacer al menos ocho flexiones dominadas y recorrer un circuito de velocidad y habilidad en menos de 10 segundos. «La parte buena es que el martes ya no hace falta que vaya a clase». Un ex aspirante acaba de puntuar con un 0 en resistencia. Si en alguna de las cuatro pruebas no se consigue por lo menos un punto, el alumno queda suspendido de forma automática y sólo le queda la opción de matricularse de nuevo para el año próximo. A los aprobados les espera la Academia Básica de Ávila. Después, las prácticas, el destino... Tiene que ser vocación, no puede ser otra cosa.