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Hasta el 83% de los pacientes tendrá unademencia asociadaal párkinson

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Manu Mediavilla - sevilla
León

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«En realidad, el paciente de Parkinson con temblor es el caso más benigno». Javier López del Val, especialista del Hospital Clínico de Zaragoza, relativiza así la imagen tópica de la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente tras el Alzheimer, que, como bien saben sus casi 100.000 pacientes en España, duele más por sus «temblores del alma» (depresión, ansiedad, trastornos del sueño, déficit de atención, etcétera) que por sus síntomas motores. Y remacha la idea Jaime Kulisevsky, neurólogo del barcelonés Hospital de la Santa Creu i SantPau: «El temblor es muy aparatoso, pero poco incapacitante». Para cuando se asoma el temblor, añade Gurutz Linazasoro, director del Centro de Investigación de Parkinson de la donostiarra Policlínica Guipúzcoa, la persona afectada ha «perdido ya el 50% de las neuronas dopaminérgicas». Y con ellas, buena parte de su capacidad para producir dopamina, el neurotransmisor que hace llegar desde el cerebro las órdenes para que los movimientos humanos sean rápidos y precisos. Eso explica los tres síntomas motores más típicos: el llamado «temblor de reposo» o «de contar monedas», la rigidez muscular y la lentitud de los movimientos voluntarios. Riesgo de aislamiento López del Val ha detallado esos «otros síntomas» en el Seminario Lundbeck sobre Parkinson celebrado en Sevilla bajo el expresivo título de 'Temblor: La punta del iceberg'. Entre esas manifestaciones 'escondidas', que causan angustia y sufrimiento, está la dificultad de articular palabras y la voz monótona y casi inaudible por su bajo volumen, que complican la comunicación con otras personas y suelen llevar al retraimiento y aislamiento. Y la dificultad para tragar, que afecta a más de la mitad de pacientes y debilita su autoestima Por otra parte, hay síntomas relacionados con el tratamiento, como el «deterioro fin de dosis» que refleja la percepción por el paciente de los períodos on-off que señalan el inicio y terminación del efecto farmacológico. También puede influir la dosis sobre posibles movimientos involuntarios; unos pueden ser dolorosos, y otros, cuando es «como si sobrara dopamina», incluso invalidantes.