Identifican una proteína que es esencial en el proceso de consolidación de la memoria
La revista Nature Neuroscience publica un estudio realizado por científicos de la Universidad de Haifa (Israel), en el que se ha identificado una proteína esencial para el proceso de la consolidación de la memoria a largo plazo, clave para poder tratar enfermedades como el Alzheimer o el Parkinson. En anteriores investigaciones realizadas por ese centro académico en el laboratorio de Mecanismos Moleculares para el Aprendizaje y la Memoria, ya se había identificado una proteína relacionada directamente con la calidad de la memoria a largo plazo. Sin embargo, este estudio se centra en una proteína presente durante el proceso de formación de la memoria y demuestra que es un factor esencial en este proceso. En el trabajo, dirigido por Kobi Rosenblum, los investigadores emplearon un patrón de aprendizaje del gusto en ratones para descubrir que durante el mismo se produce la proteína PSD-95 en el cortex cerebral. No obstante, cuando el ratón fue expuesto a gustos desconocidos, la PSD-95 no era producida en este centro de la corteza del cerebro. Con el fin de demostrar que la citada proteína es esencial para el proceso de creación de memoria, el equipo empleó dos grupos de roedores a los que se había sometido a las mismas pruebas para el aprendizaje del gusto. Empleando ingeniería genética detuvieron la segregación de la PSD-95 en las células nerviosas del cerebro de uno de los grupos, y comprobaron que, a diferencia del otro, esos roedores no tenían memoria de nuevos gustos un día después de su exposición a ellos. De esta forma, demostraron que la nueva memoria se creaba cuando se producía la PSD-95 y que la información desaparecía del cerebro cuando no se inducía esa proteína. También probaron que mientras que la producción de PSD-95 es esencial para la creación de la memoria, su ausencia no afecta a su retención. Según ha explicado Rosenblum, cuanto mejor se entiendan los elementos involucrados en estos complicados procesos, antes seremos capaces de desarrollar medicaciones que retrasarán el avance de enfermedades cognitivas degenerativas y permitirá a los pacientes continuar funcionando con normalidad.