La primera prisionera del monstruo de Amstetten fue su propia madre Disfraces «de muerte»

Una nueva faceta de la perturbadora personalidad de Josef Fritzl, el austríaco de 73 años que secuestró y violó a su hija durante 24 años y con la que tuvo siete hijos, fue revelada por la revista News , que señaló, citando un informe oficial, que el llamado monstruo de Amstetten, había encerrado a su propia madre en una habitación en el ático de su casa, donde permaneció hasta su muerte. Un pasaje del informe de 130 páginas escrito por la psicóloga Adelheid Katsner y basado en seis largas conversaciones con Fritzl, señala que el detenido había encerrado a su madre en una pequeña habitación en la que tapió las ventanas para que no viera nunca la luz del sol. El dossier describe la tormentosa relación de amor y odio que unía a Fritzl con su madre a la que acusó de haberle maltratado cuando era un niño. «Me pateaba y me pegaba hasta que me caía al suelo sangrando», confesó a la psicóloga. «Yo odiaba a mi madre, pero también la amaba», dijo. Aunque no se revela el tiempo en que Fritz mantuvo a su madre encerrada en el cuarto, es posible que la mujer haya permanecido aislada del mundo por espacio de 20 años. La mujer murió en 1980 y vivió en la casa de su hijo, en la calle Ybbstr, desde 1960. El contenido del informe fue filtrado a dos medios austriacos que hace una semana publicaron algunos detalles de la personalidad sádica de Fritzl. «Nací como violador, pero me retuve relativamente largo tiempo», dice el monstruo en un pasaje del documento, que fue elaborado para determinar si es mentalmente apto para afrontar un juicio. «Su narración describe un clima familiar imprevisible con agresiones humillantes y sin motivo por parte de su madre. Su infancia lo predispuso para una invalidez emocional», señala la psicóloga. Pero Fritzl era algo más que un hombre perturbado por los malos tratos que recibió de su madre. En sus charlas con la psicóloga reveló que posee una «vena perversa por la cual fluye lava destructiva» y admitió sentirse como un volcán en permanente ebullición. Violador El volcán hizo erupción varios años antes de que decidiera convertir a su hija en su esclava sexual. Con 32 años, Fritzl irrumpió en la vivienda de una joven y la violó, una acción que justificó con su confesión de que había nacido para ser un violador de mujeres. Aunque su principal víctima fue su hija Elisabeth. «Durante el sexo nunca le miré a la cara», afirma Fritzl, quien también reveló que dejó de tener relaciones sexuales con su esposa el día en que encerró a su hija en el sótano de su casa. La fiesta de Halloween se ha colado en nuestro calendario y los más peques la celebran disfrazándose cada año como ven en las pelis. Pero ¡cuidado!. Muchos de esos terroríficos aditamentos entrañan graves riesgos para sus usuarios. Las autoridades de Consumo han retirado del mercado en lo que va de año una treintena de máscaras, pelucas, disfraces y otros artículos de fiesta «inseguros» elaborados con materiales inflamables o con diseños que ponen en riesgo la integridad de los usuarios. Productos capaces de causar «quemaduras y asfixia» según Facua, la organización de consumidores que propició la retirada de productos como máscaras de Bin Laden o Frankenstein a la venta en varias Comundades. Las pelucas y algunas máscaras retiradas «prenden con facilidad» y sus orificios «son demasiado pequeños». Algunos disfraces infantiles «incluyen lazos o cordones para enrollarlos al cuello», lo cual está prohibido. Hay artículos con luces para introducir en la boca «cuyas pilas pueden salirse fácilmente y derramar sus productos químicos». Materiales resistentes Son productos cuya demanda se incrementa en torno a la fiesta de Halloween y que se han incluido en la red de alerta de productos no alimentarios peligrosos tras ser detectados por las autoridades de Consumo de Andalucía (18 productos), Castilla y León (2), Cataluña (2), Comunidad de Madrid (3) y Galicia (3). Facua aconseja celebrar la fiesta de Halloween con «máscaras, disfraces y pelucas elaborados con materiales resistentes al fuego, como el nailon y el poliéster, máxime teniendo en cuenta que en muchas fiestas es habitual el uso de velas y el consumo de tabaco». Recuerda la necesidad de que las máscaras «cuenten con orificios del tamaño adecuado, muy especialmente si se va a acudir a una fiesta en un local cerrado, cuya menor ventilación puede agravarse con su uso».