Adriá añora la hamburguesa

«Tengo ganas del volver a comer en un McDonald's». Una frase común en boca de cualquier adolescente de medio mundo, pero que causa cierta estupefacción cuando quien la pronuncia es «el mejor chef del mundo», Ferrán Adriá. Más cuando apostilla que «nadie puede hacer una hamburguesa mejor por ese precio». Y es que Adriá, el cocinero más talentoso y reconocido del globo, el dueño del selecto y carísimo Bulli elegido tres años consecutivos como el mejor entre todos los restaurantes por Restaurant Magazine , ha declarado a la prensa británica que no le hace ascos a la clásica y súper barata hamburguesa de la popular cadena estadounidense. La chocante declaración de Adrià corrió como la pólvora por las páginas web de la prensa británica. No era para menos, ya que en una entrevista con The Independent Adriá no sólo expresó literalmente su deseo de «volver a comer en un Macdonald's» si no que elogió a la controvertida firma. Para Ferrán Adriá la relación calidad-precio que ofrece este gigante estadounidense de la comida rápida es la más adecuada «Sólo he estado en un MacDonald's tres veces en mi vida, y ya hace muchos años de la última vez. La verdad es que me encantaría volver» dice el creador de la cocina tecnoemocional, del caviar de aceite, la tortilla desectructurada y de las más etéreas espumas. Un Adrià que se dice dispuesto a «descubrir» la cocina de Mcdonald's. Adriá, que anda por tierras británicas promocionado su libro Un día en el Bulli , rompió además varias lanzas en favor de la multinacional de la hamburguesa que muchos critican como el paradigma de la comida basura. «No creo que nadie deba decir que el McDonald's no es bueno si no existe una alternativa por el mismo precio. Es como decir que todo el mundo debería conducir un Aston Martin o un Rolls Royce; la mayoría no puede hacerlo. Los coches tienen el precio que tienen» dijo. Adriá parecía muy consciente del enorme favor que hacía con sus declaraciones al gigante de la comida rápida, así que al tiempo que daba la cal, lanzaba la de arena. «Si contrataran a los diez mejores cocineros del mundo, no podrían hacer una hamburguesa mejor por ese precio». Está muy claro que cuando Adriá se decida a probar de nuevo la famosa Big Mac nadie se atreverá a cobrársela en unos globalizados y vilipendiados restaurantes que no dejan de recibir severas críticas que cuestionan la procedencia de sus carnes y métodos. Una cadena que muchos señalan como un símbolo del imperialismo culinario norteamericano.