Paraíso ovejero

ASÍ como Paulino García es mi doctor en puertos y careos, Rodríguez Pascual lo es en historiarlos con todo su universo ovejero, sus trashumancias largas a los dueros extremos o trashumancias cortas que terminaban en las riberas, trasterminancias las llaman. Acaba de llegarme un libro que firma junto a Maya Frades y en él se cuenta la larga historia trashumante en los valles y puertos de Valdeón y Sajambre, los puertos más grandiosos y espectaculares de toda la cornisa montañesa de León, Picos de Europa mediante, puertos con balcón a las nubes y al abismo, trochas imposibles para llegar a ellos, canales pindias, canchales y pedrizas (que aquí son pedrices), despeñaderos de cabras y tuercebotas, hoyos carceleros, vértigo al paso, fatiga perpetua, hierbas contadas... El libro instruye mucho sobre el modelado humano del lugar, mano labrantina y ganadera sin las que no sería igual tanta belleza natural, tanto prodigio, ese pacto genial entre prado y bosque, entre lo doméstico y lo bravo. Poco lugares como estos valles de montaña arisca y hayedos de clausura explican mejor cómo hay que sujetar la codicia y repartir el aprovechamiento para que no hubiera quedado todo en peña mondada y roca madre, deforestado o arreado de fuego para buscar más pación. El noventa por ciento de todo lo que se ve allí es comunal; a la fuerza ahorcan y se preserva, se obliga y reglamenta el acuerdo de no matar el modo de vida, el pan de madera que sale del bosque, el hambre de hierba de cada cuadra, el lugar de los huertos, el sitio de majadas e invernales... Sajambre y Valdeón, tras escarmentar en algún exceso, demostraron hace siglos lo que significa «sostenible» («cada vecino sólo podrá cortar la madera para hacer dos carros con sus ruedas y dos ruedas sin carro»). Picos de Europa son hoy así porque hubo un pacto tácito entre el hombre y lo salvaje. Y cuando el hombre abandonó aprovechamientos tradicionales, la naturaleza y lo silvestre se vieron afectados. Catorce mil ovejas trashumaron a este sitio; hoy, ni mil. Por eso, ahora que quieren reintroducir el quebrantahuesos en estos picachos, deberían restituir primero el ganado que le alimentó antes de que volaran lejos o tendrán que darles la comida a la boca... y serán entonces quebrantahuesos domésticos o funcionarios.