Puesta en marcha de 14 depuradoras experimentales de bajo mantenimiento

La Confederación Hidrográfica del Duero instalará de forma experimental 14 depuradoras en otras tantas localidades de menos de 2.000 habitantes equivalentes, que supondrán una inversión de 2,7 millones de euros, a repartir entre los años 2009 y 2010. Se trata de depuradoras de bajo coste para evitar que las infraestructuras terminen abandonadas al no poder ser costeadas por los ciudadanos. Su gasto energético es nulo o muy bajo y tienen un sencillo mantenimiento, lo que convierte este sistema de depuración en el más aconsejado para pequeños núcleos de población. Irán destinadas a localidades en las que la cantidad de aguas residuales a tratar en verano dobla y a veces triplica a la de invierno, existe gran variabilidad horaria tanto en el caudal como en la carga, y en las que las redes de saneamiento unitarias provocan que sea más frecuente las infiltraciones de aguas no residuales. Se probarán nueve sistemas de depuración para estudiar el más adecuado para cada localidad atendiendo a parámetros como la superficie necesaria para su instalación, el rendimiento, su integración paisajística, la generación y gestión de lodos o la climatología de la zona. En función de cómo responda cada depuradora, y de los resultados obtenidos, podrá trasladarse esta experiencia a otras poblaciones que no cuentan con sistemas adecuados de depuración. Los tratamientos que se van a probar son Fosa séptica y Tanque Imhoff (hasta 500 habitantes). En ambos se realiza un tratamiento primario de aguas residuales mediante procesos físicos como la sedimentación y la flotación. Mientras que el primer sistema consta de dos compartimentos, uno para la sedimentación y otro donde se separan los fangos, el segundo tiene un único depósito cilíndrico. Los sólidos se sedimentan en la parte superior y pasan a la inferior para su digestión a temperatura ambiente. Lechos de turba (entre 100 y 5.000 habitantes). El sistema está formado por camas o lechos de turba asentados sobre capas de grava. La depuración del agua se consigue gracias a la acción de dos procesos combinados, la filtración de la materia en suspensión y la degradación de la materia orgánica y los nutrientes. Filtros y fangos Humedales artificiales (hasta 2.000 habitantes). Se trata de lagunas poco profundas y la depuración se consigue por la acción de microorganismos, de los macrófitos y del propio sustrato. Filtro verde (entre 200 y 2.000). Consiste en el riego, con agua residual, de una superficie de terreno sobre la que se establece una especie vegetal de crecimiento rápido, normalmente chopo. La depuración se consigue gracias a la filtración de los sólidos en suspensión o la degradación de la materia orgánica por los microorganismos y la absorción de nutrientes por la vegetación. Filtro biológico (entre 200 y 1.000). Consiste en un depósito relleno de material filtrante al que se adhieren los microorganismos responsables de la depuración. Biodiscos (más de 1.000). Las aguas residuales se depuran gracias a unos microorganismos adheridos a la superficie de los discos. Lagunaje (más de 1.000). Se basa en la construcción de lagunas de forma artificial con el objetivo de imitar los procesos de depuración que de forma natural se producen en la naturaleza. Fangos activos (más de 1.000). La depuración se basa en un cultivo bacteriano en suspensión que se desarrolla en forma de lodos activados en el interior de un tanque agitado y aireado, al cual llega el agua residual. En el reactor se produce la degradación de los contaminantes del agua residual gracias a la acción de los microorganismos.