«No sólo hay que transmitir información, sino hablar del proceso y de temas personales», aseguran
Los oncólogos apuestan por el cuidado emocional como clave del tratamiento
Los pacientes piden participar en el manejo de su enfermedad, recibir información y continuidad asistencial
Una persona examina varias mamografías durante un curso sobre diagnóstico por imagen de la mama
madrid
El «cuidado emocional» del paciente con cáncer le parece fundamental a la presidenta de la Sociedad Española de Psico-Oncología (Sepo), María Die Trill, que lo considera «uno de los aspectos más difíciles del ejercicio profesional» en ese ámbito clínico. «No sólo hay que transmitir información médica, sino hablar del proceso oncológico y de cuestiones personales», añade. Y para eso «es importante la empatía», la capacidad de ponerse en el lugar de la persona enferma y entender sus sentimientos y temores para «normalizarlos», hacer más fluida la comunicación verbal y gestual y ganarse su confianza.
El portavoz de la Sociedad Española de Oncología Médica (Seom), Álvaro Rodríguez Lescure, coincide en que «la comunicación médico-paciente es un eje fundamental» en el abordaje de cualquier tumor. Pero reconoce que la formación académica en ese aspecto -”asignatura de Psicología Médica en la licenciatura-” sigue siendo insuficiente, por más que «también se aprenda en el día a día». De ahí la proliferación de iniciativas para llenar ese vacío, tanto desde las sociedades científicas como desde las asociaciones de pacientes. Y cada vez con más frecuencia, como suma de esfuerzos de todos los sectores implicados.
Comunicación a escena
Así sucede con el proyecto bautizado como «Empatía», en el que el trabajo conjunto de oncólogos, psico-oncólogos y pacientes acaba de permitir la publicación bajo aquel mismo título de una Guía para la comunicación con la mujer con cáncer de mama, dirigida sobre todo a jóvenes especialistas. Pero la idea es que sirva para todo el personal sanitario «implicado en el tratamiento del cáncer», y que su información sea igualmente útil para acercarse a las personas que tienen otro tipo de tumores.
Con imágenes
La guía incluye, además, tres vídeos que escenifican otras tantas comunicaciones médicas, dos sobre el diagnóstico inicial de un tumor -”uno en principio curable y el otro no-” y la tercera sobre la reaparición de la enfermedad al cabo de varios años.
Esas tres escenas permiten remarcar mensajes claves de nuestro sistema sanitario («la verdad no es un privilegio, es un derecho» de cualquier paciente); sugerir pautas para animar a la persona enferma («siempre tendrá abierta la puerta de la consulta», pero también «va a necesitar muchas ayudas a su alrededor, de su familia y de usted misma»); o remachar consejos ante la tentación de terapias alternativas («hay que tener en cuenta dos cosas: que no hagan daño, y que no interfieran con el tratamiento, porque no todo lo natural es bueno»).
Y ello en un contexto donde todos los tumores son tratables, donde la terapia siempre tiene sentido y donde el principio básico e irrenunciable es «vivir lo más posible con la máxima calidad de vida posible».