Diario de León

Medio ambiente | El camino del sur

La vida bulle en Villafáfila

El humedal concentra gran número de visitantes en estos primeros días de diciembre para contemplar a los cientos de aves que recalan en las lagunas de camino a tierras africanas

Las lagunas albergan durante estas fechas cerca de 30.000 aves de distintas especies, en especial el

Las lagunas albergan durante estas fechas cerca de 30.000 aves de distintas especies, en especial el

Publicado por
B.B.
León

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zamora

Las Lagunas de Villafáfila, en la provincia de Zamora, se convierten en estas fechas en uno de los humedales más importantes de todo el mundo. Su privilegiada posición geográfica, en el medio de las rutas migratorias de cien

tos de especies que viajan de Europa al norte de África, las convierte en parada obligatoria de estas aves que se van al sur en invierno. La Reserva concentra el 50 por ciento de las anátidas invernantes de toda Castilla y León. Según los datos de la Consejería de Medio Ambiente, el número de estas aves ha crecido en las tres últimas décadas de forma exponencial. Este dato es muy destacable si se compara con lo que sucede en toda la cuenca mediterránea, donde las zonas húmedas son actualmente un bien escaso. La fuerte sequía que afecta a todo el país durante ya varios años y la acción del hombre son las causas fundamentales de este problema.

En el caso de las Lagunas de Villafáfila, la zona alberga durante estas fechas cerca de 30.000 aves de distintas especies, lo que las hace realmente atractivas para turistas y amantes de la naturaleza, que aprovechan el «puente» para acercarse a este humedal. Este año se han podido observar especies tan singulares como los ánsares caretos o las barnaclas cariblancas, especies poco frecuentes en estas latitudes.

Sin embargo, la principal especie que se puede encontrar en estos momentos en la Reserva sigue siendo el ánsar común, con alrededor de 15.000 ejemplares, según los datos de la Junta, mientras que se espera alcanzar la máxima densidad de gansos en la zona a finales de diciembre. Se trata de una especie que, al moverse en grandes bandos y de carácter muy ruidoso, es la que da mayor espectacularidad a la Reserva. El mes de noviembre también ha sido especialmente interesante, pues se han podido observar hasta 1.000 grullas, también muy ruidosas y llamativas. El ánade real, el pato cuchara, la cerceta común, el ánade silbón, la focha, el cormorán común, las avefrías, el porrón común y noñudo, las gaviotas o los ánades friso son otras de las especies que se pueden observar en las lagunas en esta época del año.

Las máximas concentraciones de avifauna se alcanzan entre noviembre y febrero, pero la mayor diversidad de especies se consigue entre abril y junio. Junto a esta gran variedad de aves asociada al agua, se encuentra todo el año una comunidad de aves diferente, colonizadora de los amplios espacios abiertos y secos y principal atracción de la zona. Se trata de la avutarda, que mantiene aquí la mayor población del mundo.

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