Prisión para un paciente por amenazar con un palo a un médico
toledo
Un paciente de Albacete ha sido condenado a un año y dos meses de prisión por empujar y amenazar con un palo a un médico de Atención Primaria de un centro de salud al haberse negado éste a conceder la baja médica a uno de sus hijos.
El ahora condenado hizo ademanes de golpearlo con tan primitiva arma, pero no lo logró y tuvo que limitarse a amenazarlo e insultarlo. La justicia le considera autor de un delito de atentado a funcionario público, siendo ésta la primera sentencia dictada en Castilla-La Mancha donde este tipo de acción contra un profesional sanitario en el ejercicio de sus funciones se considera delito de atentado a funcionario y no una simple falta de coacciones o injurias.
El fallo, dictado por un juzgado de Albacete se valora como una victoria tanto por el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) como por el Colegio Oficial de Médicos de Albacete. El presidente de esta última institución, Francisco Parra, declaró este jueves que «la sentencia es ejemplar y un importante precedente para que la gente se entere de que los médicos también somos personas, merecemos un mínimo respeto y se nos debe dejar actuar según nuestro criterio y no según el criterio de los pacientes».
Por su parte, el SESCAM también expresó su satisfacción por esta sentencia a través de un comunicado en el que destacó que «el apoyo jurídico prestado a los profesionales sanitarios está sirviendo para conseguir que este tipo de conductas reciban el tratamiento penal que corresponde a su gravedad».
Por otra parte, la Fiscalía de Sevilla ha pedido 25 años de cárcel para un anciano de 80 años que mató a puñaladas a su esposa en el domicilio familiar de Utrera (Sevilla) y que será juzgado en febrero próximo por un jurado popular.
El escrito de acusación asegura que el acusado, A.A.O. «había planeado desde hacía tiempo matar a su esposa», por lo que en la noche del 4 de mayo de 2007 tomó una navaja plegable de 9 centímetros de hoja, la escondió en su bolsillo y se sentó junto a ella en el sofá de la salita.
Sobre las 22 horas, «de un modo sorpresivo y hallándose su esposa echada en el sofá completamente desprevenida», le asestó un total de 20 puñaladas en el cuello, sostiene el fiscal. La víctima, C.G.O., de 83 años, sufrió la sección de la arteria carótida y de la vega yugular, por lo que falleció por «shock hipovolémico» secundario a las heridas.