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Frío y banderas
La Plaza de Colón fue el punto de encuentro de familias de todos los rincones de España que, si bien portaban pocas enseñas nacionales, sí llevaron banderas autonómicas
madrid
Desde primera hora de la gélida y gris mañana de ayer se fueron concentrando en la Plaza de Colón las familias llegadas desde todos los rincones de España en millar y medio de autobuses.
Quizá por la insistencia de Rouco en no dar al acto tinte político, apenas hubo enseñas nacionales y sí banderas autonómicas, del Vaticano y algunas cruces. Tampoco proliferaron las pancartas y las pocas que se vieron en Colón, Castellana y Génova, mostraban más saludos que reivindicaciones o críticas al Gobierno.
Antes del inicio de la misa y bajo un cielo de plomo, el coro de la Almudena cantó villancicos de todas las latitudes. Luego, al inicio de la eucaristía, y tras el fallo del sonido en la conexión con el Vaticano, el líder del movimiento neocatecumenal, Kiko Argüello, trató de aportar calor a la liturgia entonando a voz en cuello y con su guitarra el cántico
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«No venimos a defender a la familia, que Dios ya defiende tan bien. Venimos a celebrar la fiesta a las que nos ha invitado la iglesia.» aseguraba una madre de familia.
