Rouco condena con dureza «la lacra» del aborto en la Misa de las Familias

madrid

«El aborto es una de las lacras más terribles de nuestro tiempo». El presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, reiteró este mensaje en la multitudinaria Misa de las Familias que concelebró ayer junto a una treintena de obispos. Ante los cientos de miles de fieles reunidos en la Plaza de Colón -”más de un millón según los convocantes-” el arzobispo instó a los congregados a «vencer la cultura de la muerte con la cultura de la vida». Aunque se rebajó el tono del reproche político en relación con el año pasado, Rouco Varela no ahorró críticas al matrimonio homosexual y a cualquier tipo de familia que se aleje del patrón cristiano. Un modelo que, a su juicio, «asegura el futuro de la humanidad».

Ni Rouco ni ninguno de los prelados concelebrantes aludieron en sus preces a la masacre en Gaza, algo que sí hizo el Papa Benedicto XVI, que saludó a los asistentes desde Roma al principio de la Eucaristía a través de pantallas gigantes. La transmisión generó cierta frustración en las familias llegadas de toda España, ya que se perdió la señal de audio en la comunicación. Las palabras de respaldo a la familia del Papa fueron luego repetidas por Rouco y se rescataron para cerrar un acto litúrgico que limó el perfil de crítica radical del año anterior.

Familia actual

La cerrada defensa del modelo de la familia cristiana -”«cuya actualidad no pasa nunca-” y la rotunda condena del aborto, la principal amenaza a ese modelo familiar, fueron la espina dorsal de la homilía de Rouco Varela, una alocución que encerraba veladas críticas al matrimonio homosexual, la anticoncepción o el divorcio.

Su severa condena del aborto fue el único pasaje de la homilía del cardenal Rouco que generó el cerrado aplauso de los cientos de miles de asistentes a la misa. «Estremece el hecho y el número de los que son sacrificados por la sobrecogedora crueldad del aborto, una de las lacras más terribles de nuestro tiempo tan orgulloso de sí mismo y de su progreso», dijo el arzobispo de Madrid, quien aseguró que los no nacidos son «los nuevos santos inocentes de la época contemporánea».

Criticó también Rouco cualquier modelo de familia que no sea el cristiano y, sin citarlo, al matrimonio homosexual. «Es posible concebir, ordenar y vivir el matrimonio y la familia de forma muy distinta a la que en tantos ambientes de nuestra sociedad está de moda y que dispone de tantos medios y oportunidades mediáticas, educativas y culturales para su difusión», lamentó el prelado. «El lenguaje de la creación es claro e inequívoco respecto al matrimonio: un varón y una mujer, el esposo y la esposa que se aman para siempre y ¡dan la vida!».

Condenó con la misma firmeza el presidente de la Conferencia Episcopal «la cultura del relativismo egoísta, del interés de la competencias de todos contra todos» y «la cultura de la muerte», advirtiendo que son «muy poderosas». Instó a los fieles a vencerlas. «Es posible y urgente vencer al cultura de la muerte con la cultura de la vida. Se puede y urge vencer la cultura de la dura y egoísta competencia ¡de la egolatría! con la cultura del amor verdadero» propuso.